Fátima del Reino Iniesta
En un mundo donde la medicina avanza a pasos agigantados, la humanización de la atención médica, especialmente en oncología, a menudo queda relegada. La Cátedra de Medicina Individualizada Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid y Merck han lanzado la nueva guía Impulsando la Humanización en Oncología, presentada este martes en Madrid, con el objetivo de cambiar este paradigma al colocar las necesidades holísticas del paciente en el centro del proceso asistencial. Asimismo, este documento no solo destaca la necesidad de un tratamiento médico integral, sino que también enfatiza la importancia de abordar las dimensiones emocionales, psicológicas y sociales del paciente oncológico.
La necesidad de un enfoque humano en el tratamiento del cáncer no puede ser subestimada. Los pacientes oncológicos enfrentan no solo desafíos físicos, sino también una carga emocional significativa que puede afectar su bienestar general y la eficacia del tratamiento. La Dra. Celia García Menéndez, directora general de Humanización, Atención y Seguridad del Paciente de la Comunidad de Madrid, ha destacado el enfoque centrado en el paciente y la responsabilidad social que impulsa la guía de humanización en oncología y que además «es nuestro compromiso con los pacientes, nuestro compromiso con la sociedad».
«La humanización no es solo una cuestión de sensibilidad, sino que tiene un impacto directo en el proceso de diagnóstico, en la adherencia al tratamiento y en el seguimiento de la enfermedad», ha destacado el Dr. García-Foncillas
La guía ha sido fruto de la colaboración entre profesionales sanitarios de diversas especialidades, pacientes y cuidadores, en la que se ha subrayado la importancia de una atención integrada y multidisciplinar. Según el Dr. Jesús García-Foncillas, director de la Cátedra de Medicina Individualizada Molecular, «la humanización no es solo una cuestión de sensibilidad, sino que tiene un impacto directo en el proceso de diagnóstico, en la adherencia al tratamiento y en el seguimiento de la enfermedad». Esta perspectiva es crucial para mejorar la experiencia del paciente.
Uno de los aspectos más reveladores de la guía es el reconocimiento de las barreras en la implementación de prácticas humanizadas en el tratamiento oncológico. En la encuesta que han realizado para elaborar la guía, el 72% de los pacientes no recibieron atención psicológica tras el diagnóstico, a pesar de que el 92% la consideraba necesaria. Esta carencia resalta la necesidad urgente de integrar soporte psicológico y emocional como parte del tratamiento estándar.
El 72% de los pacientes no recibieron atención psicológica tras el diagnóstico, a pesar de que el 92% la consideraba necesaria
Asimismo, subrayan que el déficit en la coordinación y comunicación, concretamente, la falta de protocolos claros genera «incertidumbre» en los pacientes y dificulta la continuidad asistencial entre oncología y atención primaria.
Además, la guía propone recomendaciones específicas para superar estas barreras. Se sugiere la implantación de equipos multidisciplinares que incluyan psicólogos, trabajadores sociales y especialistas en nutrición, todos coordinados para apoyar al paciente en cada etapa de su tratamiento. También, en ella se destaca la importancia de mejorar la infraestructura hospitalaria para hacerla más acogedora y menos estresante para los pacientes y sus familias.
Un enfoque integral que incluye a los profesionales sanitarios
Para lograr un correcto abordaje de la humanización, no hay que perder de vista a los profesionales sanitarios. Las iniciativas de humanización llevadas a cabo en los últimos años han puesto su foco principalmente en la mejora de la experiencia del paciente, dejando un vacío en acciones centradas en los profesionales que acompañan a los pacientes y familiares durante el proceso de su enfermedad.
Es esencial contar con la perspectiva de estos profesionales no solo para comprender el diagnóstico de la situación actual vivida por los pacientes, sino también para identificar las necesidades existentes que permitan desarrollar adecuadamente su profesión. Cabe destacar que, si el personal sanitario no recibe también una atención humanizada, será difícil que esta humanización pueda ser efectivamente trasladada a sus pacientes.
«Nos centramos más en que el proceso sea eficaz y rápido, pero se nos olvida que debemos incorporar la humanidad y empatía», ha subrayado el Dr. Guerra
El Dr. Juan Antonio Guerra, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, ha aportado una visión crítica sobre la falta de costumbre al implementar cuestiones relativas a la humanización en los procesos asistenciales oncológicos. «Nos centramos más en que el proceso sea eficaz y rápido, pero se nos olvida que debemos incorporar la humanidad y empatía«, ha afirmado.
La implementación de protocolos para una comunicación más empática y la formación específica para los profesionales sanitarios en la transmisión de diagnósticos son otras de las recomendaciones clave de la guía. Esto no solo mejora la relación médico-paciente, sino que también facilita una participación más activa del paciente en la toma de decisiones sobre su tratamiento.
La directora médica de Merck en España, la Dra. Isabel Sánchez Magro, ha reafirmado el compromiso de la industria afirmando que “en Merck entendemos que detrás de cada diagnóstico hay una persona, con sus emociones, sus miedos y su esperanza». Este enfoque personalizado es fundamental para que el tratamiento no solo sea efectivo desde el punto de vista médico, sino también reconfortante y empático desde el punto de vista humano.
La guía no solo ofrece un análisis detallado de la situación actual, sino que también proporciona un camino claro hacia una atención oncológica más humana y personalizada. Al hacerlo, promete mejorar significativamente los resultados en salud para los pacientes, demostrando que la medicina, en su máxima expresión, es un arte tanto de ciencia como de compasión.