Manejo interdisciplinar del dolor orofacial y los trastornos temporomandibulares: la importancia del enfoque conservador

Dr. Juan Manuel Prieto, presidente de la Sociedad Española de Disfunción Cráneo-mandibular y Dolor Orofacial (Sedcydo) Idoya Orradre Burusco, Vocal de la junta directiva de Sedcydo

Anuario iSanidadental 2024
Dr. Juan Manuel Prieto, presidente de la Sociedad Española de Disfunción Cráneo-mandibular y Dolor Orofacial (Sedcydo) Idoya Orradre Burusco, Vocal de la junta directiva de Sedcydo
El dolor orofacial y los trastornos temporomandibulares (TTM) representan un desafío clínico complejo que requiere una aproximación integral. Un abordaje interdisciplinar y basado en la evidencia es fundamental para mejorar el pronóstico de los pacientes, priorizando estrategias conservadoras antes de recurrir a tratamientos invasivos.

DIAGNÓSTICO PRECISO: LA CLAVE DEL TRATAMIENTO ADECUADO

El odontólogo es, con frecuencia, el primer profesional en evaluar a pacientes con dolor orofacial. Diferenciar entre dolor odontogénico y no odontogénico es esencial para evitar procedimientos innecesarios. Una anamnesis y exploración clínica detalladas, el análisis de hábitos parafuncionales y la evaluación de factores psicosociales son herramientas imprescindibles en el diagnóstico diferencial de este tipo de alteraciones que engloban una gran diversidad de patologías de diferente origen y fisiopatología, aunque a veces las manifestaciones puedan ser similares. En ocasiones, la solicitud de pruebas de imagen o la interconsulta con otros especialistas puede ser clave para un diagnóstico preciso.

MANEJO CONSERVADOR: PRIMERA LÍNEA DE TRATAMIENTO

Las guías clínicas enfatizan la importancia de estrategias no invasivas en la fase inicial del tratamiento. La educación y autocuidados, el tratamiento farmacológico, la terapia cognitivo-conductual, la fisioterapia, el ejercicio terapéutico y la terapia con dispositivos intraorales han demostrado ser eficaces en la mayoría de los pacientes.

Un manejo adecuado comienza, por tanto, con un enfoque conservador, recurriendo a estrategias más invasivas en casos excepcionales y complejos resistentes a este primer abordaje.

La evidencia científica ha demostrado que las terapias oclusales irreversibles, tan relevantes hace unos años, no deben emplearse como tratamiento de primera línea en el manejo terapéutico de los pacientes con algún tipo de dolor orofacial no odontogénico o trastornos temporomandibulares

EDUCACIÓN DEL PACIENTE: EMPODERAMIENTO Y ADHERENCIA TERAPÉUTICA

Un pilar fundamental del manejo conservador y, en ocasiones infravalorado, es la educación del paciente. Explicar la naturaleza del trastorno, sus factores desencadenantes, eliminar falsas creencias y proporcionar estrategias de autocuidado permite mejorar la adherencia al tratamiento y reducir la ansiedad asociada al dolor.

La modificación de hábitos, la higiene del sueño y la gestión del estrés pueden marcar una diferencia significativa en la evolución del paciente. La comunicación efectiva entre el profesional y el paciente refuerza la adherencia terapéutica.

COLABORACIÓN INTERDISCIPLINAR: OPTIMIZACIÓN DEL TRATAMIENTO

El abordaje del dolor orofacial y los trastornos temporomandibulares ha evolucionado más allá de los límites de una única especialidad, dando paso a un modelo de atención interdisciplinar en el que la colaboración entre odontólogos, fisioterapeutas, neurólogos, cirujanos maxilofaciales, psicólogos y especialistas en dolor es imprescindible. Sin embargo, más allá de la integración de conocimientos, el verdadero eje de este enfoque debe ser el paciente.

Un equipo multidisciplinario que actúe de manera coordinada, diseñando estrategias terapéuticas personalizadas y basadas en la mejor evidencia científica, no solo optimiza los resultados clínicos, sino que también mejora la calidad de vida del paciente, evitando tratamientos innecesarios y reduciendo la cronificación del dolor.

La medicina moderna no debe limitarse a tratar síntomas de manera fragmentada, sino que debe apostar por una atención global, en la que cada disciplina aporte su experiencia con un objetivo común: la recuperación funcional y el bienestar integral del paciente.

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y SEGUIMIENTO: EL PAPEL DEL ODONTÓLOGO A LARGO PLAZO

Más allá del diagnóstico y tratamiento, la prevención y el seguimiento son esenciales para evitar recaídas y garantizar resultados duraderos. La implementación de programas de prevención en la consulta odontológica, dirigidos a la educación en higiene postural, la reducción del estrés y la mejora de hábitos de vida puede disminuir la incidencia de estas patologías. Asimismo, el seguimiento a largo plazo permite ajustar las estrategias terapéuticas en función de la evolución clínica del paciente.

CONCLUSIÓN: HACIA UN ENFOQUE INTEGRAL Y BASADO EN LA EVIDENCIA

El manejo interdisciplinar del dolor orofacial y los TTM es fundamental para lograr un tratamiento eficaz y sostenible en el tiempo. Priorizar estrategias conservadoras permite reducir intervenciones innecesarias y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La combinación de diagnóstico preciso, educación del paciente y trabajo multidisciplinar asegura un enfoque terapéutico eficiente y alineado con la mejor evidencia científica disponible

La combinación de diagnóstico preciso, educación del paciente y trabajo multidisciplinar asegura un enfoque terapéutico eficiente y alineado con la mejor evidencia científica disponible. Además, la prevención y el seguimiento clínico permiten consolidar los beneficios terapéuticos y optimizar la evolución de cada caso.

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