Redacción
El acceso universal a una cirugía segura y asequible está comprometido, según un nuevo estudio publicado en The Lancet y liderado por la Universidad de Birmingham, en el marco de la Unidad de Investigación en Salud Global sobre Cirugía Global del NIHR. La investigación revela que al menos 160 millones de pacientes no reciben la cirugía que necesitan cada año, con los países de ingresos bajos y medios (PIBM) como los más afectados.
Una coalición internacional de 60 expertos en salud de 20 países alerta que solo el 26% de los PIBM están en camino de cumplir el objetivo de acceso a cirugía esencial en menos de dos horas, y ninguno alcanza el volumen recomendado de 5.000 procedimientos quirúrgicos anuales por cada 100.000 habitantes.
Se estima que 3,5 millones de adultos fallecen en los 30 días posteriores a una cirugía, más que por VIH/sida, tuberculosis y malaria juntos
La calidad también preocupa: cada año, 50 millones de personas sufren complicaciones postoperatorias, siendo la infección de la herida la más común. Además, la cirugía contribuye significativamente a la resistencia a los antimicrobianos, afectando hasta el 96% de las heridas infectadas en PIBM.
«La cirugía no es un lujo. Es una intervención que salva vidas, es rentable, y sostiene sistemas de salud resilientes. Sin una inversión urgente millones de personas seguirán sufriendo y muriendo por enfermedades tratables», afirma el profesor Aneel Bhangu, autor principal. El informe propone reconfigurar la cirugía como un pilar clave de los sistemas de salud, en lugar de tratarla como una intervención aislada. Invertir en cirugía puede mejorar el diagnóstico, el acceso a cuidados críticos y medicamentos esenciales.
Otro concepto clave es el «dividendo de prosperidad quirúrgica»: ampliar el acceso quirúrgico en cánceres comunes permitiría reincorporar a 884.000 personas al trabajo e inyectar más de 80.000 millones de dólares a la economía mundial cada año. Actualmente, la mitad de los pacientes con cirugía oncológica en PIBM pagan de su bolsillo, lo que con frecuencia conduce a pobreza y gastos catastróficos. Por ello, el informe aboga por modelos de financiación innovadores y sostenibles.
La cirugía puede impulsar la economía global en más de 80.000 millones de dólares al año si se amplía su acceso
Los autores también insisten en reforzar la resiliencia de los sistemas quirúrgicos ante emergencias futuras como pandemias, cambio climático, desastres naturales y conflictos armados. Además, proponen incorporar principios de economía circular para reducir residuos y emisiones, dado que los quirófanos generan hasta el 25% de las emisiones hospitalarias.
El informe también destaca la necesidad de superar las disparidades de género en el liderazgo quirúrgico y mejorar el acceso de poblaciones marginadas. Finalmente, los autores relacionan la mejora quirúrgica con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), proponiendo un nuevo marco de indicadores para el periodo 2025-2035.
«Con los recortes generalizados en la financiación de la salud mundial este año, nos encontramos en un momento crucial para la cirugía. Debemos seguir asegurando la financiación para ampliar el acceso a la cirugía, manteniendo al mismo tiempo la calidad», concluye el Dr. Dmitri Nepogodiev, coautor principal.










