Nieves Sebastián Mongares
La granutomalosis eosinofílica con poliangeítis (GEPA) es una enfermedad de baja prevalencia que puede provocar afectación en diferentes órganos. Precisamente, su baja prevalencia ha dificultado la investigación y avance en esta patología, por lo que los glucocorticoides, con los efectos adversos que conllevan, han sido durante años la opción de tratamiento para aquellos que la padecen. Ahora, benralizumab (Fasenra) está disponible y financiado en España, como tratamiento adicional en pacientes con GEPA recurrente o refractaria, mostrando remisión durante el ensayo y permitiendo la reducción de los corticoides sistémicos.
Como ha explicado durante la rueda de prensa de presentación de benralizumab Ana Pérez, directora médica de AstraZeneca en España, esta patología “supone un reto clínico que requiere de soluciones innovadoras y efectivas”. Además, ha recordado que “las enfermedades eosinofílicas como la GEPA conllevan un gran número de visitas hospitalarias, un amplio uso de corticoides orales y un gran impacto de la enfermedad también a nivel familiar y laboral, traduciéndose esto en una alta carga para el Sistema Nacional de Salud”.
En cuanto a su mecanismo de acción, Pérez ha precisado que “se une de forma específica al receptor de la interleuquina 5 en aquellas células que expresan eosinófilos y basófilos, provocando una mejora clara de la sintomatología”. “Este fármaco aplica a patologías en las que el eosinófilo es el factor principal, lo que supone un cambio de abordaje terapéutico, aumentando la calidad y cantidad de vida”, ha agregado la directora médica de AstraZeneca.
El fármaco aplica a patologías en las que el eosinófilo es el factor principal, mejorando la calidad de vida de los pacientes con GEPA
Como ha detallado la Dra. Susana Romero, jefa del Servicio de Reumatología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, “la GEPA es una enfermedad de baja prevalencia y desde la Sociedad Española de Reumatología (SER), en colaboración con otras sociedades como las de nefrología, medicina interna o neumología hemos realizado un registro que se publicará próximamente sobre la prevalencia de vasculitis entre las que se incluyen datos de GEPA, porque la expectativa de vida está reducida si no se aborda adecuadamente”.
Los especialistas han precisado que esta enfermedad tiene diferentes fases, comenzando por un asma grave, sufriendo luego un empeoramiento de los síntomas y presentando en ocasiones sinusitis crónica. Luego, la afectación puede extenderse a pulmones, corazón, piel, riñones aparato digestivo, sistema musculoesquelético o incluso al sistema nervioso periférico. “Hasta ahora se usaban glucocorticoides, lo que ha salvado muchas vidas pero es campo de muchas comorbilidades, con riesgos como la osteoporosis o la afectación endocrina, por eso es tan importante desarrollar nuevos fármacos que controlen los síntomas”, ha apuntado la Dra. Romera.
En este sentido, la Dra. Romero ha remarcado “la importancia del control temprano, pero también del control a lo largo del tiempo, reduciendo al máximo los glucocorticoides”. “En esta enfermedad es fundamental el diagnóstico precoz, que evita muchas veces el daño irreversible; por ello es clave el abordaje precoz y adecuado con el uso de fármacos que minimizan los efectos de la enfermedad”, ha aseverado la reumatóloga.
Los especialistas han enfatizado en la importancia del control temprano de la GEPA, para evitar aquellos daños que son irreversibles
Pero este diagnóstico diferencial es complejo. Como ha indicado el Dr. Carlos Almonacid, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, “muchas veces la enfermedad debuta con asma grave o rinosinusitis que vemos en consulta y empezamos a tratar”. “Luego, cuando vemos a pacientes con los eosinófilos muy altos y que no van bien con el tratamiento, es cuando llegamos al diagnóstico”, ha concretado.
El Dr. Almonacid también ha expuesto que “aunque no afecta sólo al pulmón, es uno de los principales órganos afectados”. Siguiendo este hilo ha detallado que aunque la GEPA no afecta sólo al pulmón, es uno de los órganos más afectados y que gracias a los tratamientos personalizados, en este caso los eosinofílicos, se ha ido definiendo las dosis gracias a los ensayos clínicos obteniendo cada vez mejores resultados. “Los eosinófilos juegan un gran papel en la enfermedad y este tratamiento ha demostrado que inhibe la interleuquina 5, pero que también se une al receptor de las células natural killer eliminando los eosinófilos y mostrando una mejoría notable así como un nuevo paradigma de tratamiento dirigido”, ha desarrollado el neumólogo.
Concretamente, de los datos de los estudios Mandara y Mandara Ole se extrae que un 58% de pacientes tratados con este fármaco alcanzaron la remisión sostenida y, además, el 41% logró retirar por completo la corticoterapia oral.
Un 58% de pacientes tratados con benralizumab ha logrado el control de la GEPA y el 41% logró que se retirase por completo la terapia oral
En palabras del Dr. Ismael García Moguel, adjunto del Servicio de Alergología de Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, “hasta hace unos años que salió la primera terapia contra los eosinófilos, teníamos pocas terapias y con un coste alto de efectos secundarios”. “Gracias a los resultados de las terapias actuales y los ensayos clínicos que han permitido la aprobación del fármaco, este está disponible para los pacientes con GEPA”.
Asimismo, el Dr. Andrés González, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, ha incidido en que “prácticamente todos conocemos a personas con enfermedades alérgicas, desarrollando algunos de ellos enfermedades vasculíticas o eosinofílicas, incluso a pacientes que desarrollan todo a la vez, por lo que es una buena noticia que se desarrollen nuevas terapias para esta enfermedad”. El. Dr. González también ha abundando en que “el diagnóstico precoz facilita que el paciente mejore recibiendo el mejor tratamiento, ya que disponemos de fármacos para controlarla”.
Y, para mejorar la detección precoz de la granulomatosis eosinofílica con poliangeítis es esencial un mayor conocimiento por parte de todos los profesionales sanitarios. Aquí, la atención primaria como puerta de entrada al sistema sanitario, juega un papel crucial. “Estamos haciendo mucho refuerzo en la concienciación de este tipo de enfermedades”, ha aseverado el Dr. García Moguel. Y la Dra. Romero ha coincidido, señalando que “la colaboración con atención primaria es fundamental, a pesar de que esté en un momento un poco delicado, por ello es nuestra responsabilidad ayudarles para que la detección sea lo más fácil posible”. “Otros factores son la organización dentro del servicio e interservicios, ya que es necesario contar con vías de derivación ágil y, también, la comunicación fluida entre cada área sanitaria, fomentando la atención compartida entre atención primaria y hospitalaria de todos los profesionales involucrados”.









