Redacción
Una auxiliar de enfermería del Servicio Cántabro de Salud ha sido condenada por acceder sin autorización al historial clínico de su exmarido. La mujer utilizó esta información confidencial en procedimientos judiciales abiertos entre ambos, vulnerando gravemente su derecho a la intimidad. El tribunal ha considerado probado que la acusada accedió al sistema informático en 16 ocasiones. Lo hizo usando sus credenciales personales, sin consentimiento del afectado y sin que existiera ninguna relación asistencial que justificara el acceso a esos datos médicos.
El tribunal ha considerado probado que la acusada accedió en 16 ocasiones a la historia clínica sin autorización del afectado
Los accesos se produjeron en dos días consecutivos: 13 veces en una jornada y 3 más al día siguiente. La información obtenida fue empleada en procesos judiciales contra su exmarido, lo que agrava la infracción cometida. El delito ha sido calificado como descubrimiento y revelación de secretos. La sentencia es firme, ya que ninguna de las partes ha recurrido el fallo judicial. El caso ha generado preocupación en el ámbito sanitario por el uso indebido de datos clínicos.
La auxiliar ha sido condenada a 1 año y 9 meses de prisión. Además, deberá pagar una multa de 1.680 euros. El tribunal también ha dictado una inhabilitación profesional de 5 años y 9 meses para ejercer como auxiliar de enfermería. Como parte de la reparación del daño, la acusada abonó 6.000 euros al afectado. Esta acción permitió aplicar una atenuante muy cualificada, que ha influido en la reducción de la pena impuesta.
El caso ha generado preocupación en el ámbito sanitario por el uso indebido de datos clínicos
La defensa ha solicitado la suspensión de la pena de prisión. Esta medida está condicionada a que la condenada no vuelva a delinquir en los próximos dos años. El tribunal aún no ha resuelto esta petición. Este caso pone de relieve la importancia de proteger los datos clínicos y respetar la confidencialidad en el ámbito sanitario. El acceso indebido a información médica puede tener graves consecuencias legales, profesionales y éticas.
La sentencia marca un precedente sobre el uso responsable de los sistemas informáticos en centros de salud. También refuerza la necesidad de formación continua en protección de datos para todos los profesionales sanitarios.











