Científicos de Harvard encuentran una estrecha relación entre el desarrollo de cáncer de mama y un consumo excesivo de carnes rojas

Han sido ya varios los grupos de científicos que han estudiado con anterioridad la relación entre el consumo excesivo de carnes rojas y el desarrollo de problemas en la salud. Ahora, un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Harvard han encontrado que una dieta con abundancia en carne roja se considera como un factor estrechamente vinculado con el desarrollo de determinados tipo de cáncer, entre ellos el de cólon y páncreas, pero con una especial incidencia en el de mama.

El estudio se publicó recientemente en el ‘British Medical Journal’ y ha sido desarrollado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH). El objetivo de la investigación consistía en encontrar la asociación entre las fuentes de proteína de la dieta en la edad adulta temprana y los niveles de riesgo de cáncer de mama. Para ello se contó con los datos de una muestra total de 88.803 mujeres de entre 26 a 45 años de un estudio previo denominado ‘Nurses Health Study II’. Se han documentado un total de 2.830 casos de cáncer de mama durante un seguimiento de 20 años relacionados estrechamente con un mayor consumo de carne roja.

Las mujeres de la muestra respondieron a preguntas sobre sus hábitos alimenticios, respecto a su consumo de carne roja (carne de res, cerdo o cordero), así como carnes rojas procesadas (salchichas, hamburguesas o tocino), y carnes de aves de corral, como el pollo y el pavo. Por otro lado, se les preguntó cuestiones en relación al consumo de pescado, verduras y frutos secos, entre otros, registrando un total de 9 categorías de frecuencia de consumo. En este sentido, el consumo de carne roja variaba desde nunca, o menos de una vez al mes, hasta las 6 o más porciones de carne roja al día. Además, se tuvo en cuenta factores como la edad, altura, peso, raza, antecedentes familiares de cáncer de mama, así como sus hábitos, como el tabaquismo o uso de anticonceptivos orales y hormonales. El estudio tuvo en consideración además los hábitos alimenticios de dichas mujeres durante su adolescencia.

A través de un modelo estadístico, los investigadores han indicado que por cada 1.000 casos, las mujeres que consumieron una mayor cantidad de carne roja, tenían un 6,8% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama. Se ha estimado que de cada 306.298 mujeres, se encontraría un total de 493 casos de cáncer de mama en aquellas con un consumo moderado de carne roja, mientras que se producirían 553 casos por cada 31.169 personas que consumieran carne roja en exceso. En concreto, el estudio ha comprobado que aquellas mujeres que consumen una porción de carne roja a la semana, tienen hasta un 22% más de riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Además, el estudio ha estimado que por cada porción adicional diaria de carne roja, aumenta el riesgo de cáncer de mama en un 13%.

Se ha recordado que en la actualidad los países desarrollados cuentan con un 12,5% más de casos de este tipo de enfermedad, y los científicos han apuntado que “las proteínas de la carne roja aceleran la división celular y el crecimiento tumoral”. Por otro lado, los productos químicos en las carnes procesadas, como los distintos tipos de nitratos, “ya están clasificados como probables carcirógenos”. Así, los investigadores han subrayado la importancia de tener una dieta saludable y controlar el consumo de carnes rojas.

Pese a haber contado con diversas críticas, los investigadores han recurrido a los “datos reales del estudio”. Expertos de la Universidad de Oxford afirmaban que ciertas variables, como la dieta son muy difíciles de medir, y que el vínculo entre la carne roja y el cáncer de mama sería débil. La investigadora de Oxford, Valerie Beral, ha argumentado que “los vegetarianos no tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama que quienes comen carne”. No obstante, la directora de epidemiología genética de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, Mia Gaudet, afirmó que el consumo de la carne roja se encuentra conectado con el cáncer de mama, y resaltó la relevancia de tener al alcance un estudio que comprenda un análisis real de los hábitos alimenticios de dichas mujeres durante 20 años para demostrarlo.

Además, según concluyeron los autores, mientras que la ingesta de carne roja en la edad adulta puede ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, el reemplazo por “una combinación de verduras, pollo, nueves y pescado parece reducir el riesgo de cáncer de mama”.
..Débora Rey

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