Nuevo tratamiento que combate la leucemia sin dañar a las células normales

Un estudio que compara cómo las células madre de la sangre y las células de leucemia consumen nutrientes, revela que las cancerosas son mucho menos tolerantes a los cambios en el suministro de energía que sus contrapartes normales. Y es que los resultados obtenidos sugieren que podría haber maneras de dirigir el metabolismo de la leucemia para que así mueran las células cancerosas sin que los otros tipos de células se vean afectadas.

Científicos del Instituto de Células Madre del Centro de Medicina Regenerativa del Hospital General de Massachusetts y el Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa de la Universidad de Harvard, en colaboración con investigadores del Instituto Koch de Investigación del Cáncer en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Estados Unidos, han sido los encargados de realizar este revelador estudio que aparece publicado en la revista ‘Cell’.

El autor principal de la investigación, David Scadden, explica como su equipo empezó examinando las células madre de la sangre y sus descendientes directas, células progenitoras de sangre que tienen una capacidad más limitada para diferenciarse. “Se ha sabido durante décadas que las células cancerosas utilizan la energía de manera diferente que la mayoría de los tipos de célula”, añade.

Los investigadores modificaron la forma en la que las células toman los nutrientes de dos maneras: a través de un encendido y apagado de la glucosa (azúcar) y por medio de sutiles ajustes que aumentan o reducen la glucosa. Si vale el símil, como si fuera ajustar un control de volumen de la televisión. Los expertos encontraron que apagar el interruptor de la glucosa hace que las células madre puedan morir, mientras que elevar el control del volumen de la glucosa puede afectar a la producción normal de energía en las células descendientes, de alguna manera para mejor.

Como indica Scadden, profesor de Medicina en la Universidad de Harvard Gerald, estos ajustes que elevan o bajan la glucosa, permitió “una interesante distinción entre estos dos tipos de células (células madre y células descendientes). “Ellas tienen funciones muy diferentes y es posible imaginar que van a usar sus nutrientes de manera muy distinta, pero nadie había definido antes esta cuestión”.

Para que las células madre de la sangre y sus descendientes se vuelvan cancerosas (que respectivamente dan lugar a la leucemia aguda y crónica) los investigadores introdujeron genes corruptos y sometieron a las células cancerosas a las mismas manipulaciones de glucosa que sus contrapartes normales. Independientemente de que en células comenzaran, el equipo encontró que las células de leucemia fueron sensibles tanto al encendido y apagado de la glucosa, como al control del volumen.

Diferente sensibilidad entre las células normales y malignas
Los expertos en materia terapéutica del cáncer, y por ende la comunidad científica dedicada a luchar contra esta enfermedad, son conscientes que “uno de los principales obstáculos para la terapia del cáncer es que mientras que los medicamentos son eficaces para matar las células cancerosas, también son tóxicos para las células normales”, como subraya el primer autor del estudio y becario postdoctoral en el laboratorio de Scadden, Ying-Hua Wang. La relevancia de este estudio como indica es que “hemos encontrado una manera de diferenciar la sensibilidad entre las células normales y malignas, lo que sugiere un potencial ángulo terapéutico”.

Las células cancerosas no son como las normales en un montón de maneras, pero una de ellas es que se quedan encerradas en un modo concreto de comportamiento”, y es que como afirma Scadden, la singularidad de estas células radica entre otros aspectos “en la forma en que manejan la glucosa”, ya que como explica el profesor “crean una oportunidad única para intervenir. Las células normales no consiguen esa atención porque tienen otros mecanismos de energía en su lugar”.

Este estudio es una puerta a la esperanza que Scadden espera que asociaciones de la industria estén dispuestas a abrirla y a la generación de nuevos tratamientos. Además, se necesita más investigación para determinar si los cánceres no sanguíneos presentan diferencias similares en la sensibilidad del metabolismo.
..Emilio Ramírez

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en