Dr. Santiago Moreno: “La no existencia de la especialidad de Enfermedades Infecciosas es una irresponsabilidad”

Con motivo del brote del ébola y el traslado del Dr. García Viejo, el Dr. Santiago Moreno, Jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal y Profesor Titular de la Universidad de Alcalá ha repasado con iSanidad. Lo Mejor de la Sanidad la actualidad del ébola, la crisis económica que afecta a los avances en VIH y la necesidad de una especialidad de Enfermedades Infecciosas.

1.- ¿Cuándo se va a poder invertir la tendencia de aumento de casos de ébola?, ¿existe verdadero riesgo en nuestro país?
La tendencia en el número de pacientes infectados por virus de Ebola puede cambiarse en el momento en que las medidas de aislamiento a gran escala que hay que implementar se lleven a cabo. La dificultad radica precisamente en que por las dimensiones que el brote ha alcanzado puede convertirse en algo cada vez más difícil su contención mediante medidas de prevención de la transmisión. No existe tratamiento ni vacuna eficaces y, por consiguiente, solo las medidas de aislamiento son eficaces.
El riesgo puede existir en cualquier parte del mundo a donde pueda llegar una persona (local o inmigrante) que haya viajado o residido en una zona donde haya adquirido la enfermedad. Sin embargo, existe una vigilancia muy estrecha para limitar la entrada de personas a estos países y la salida de personas de los mismos. A su vez, existe un sistema de alerta en los países para reaccionar ante cualquier sospecha o confirmación de enfermedad. Esperemos que el conjunto de estas medidas impida la extensión fuera de los países hasta ahora afectados, y que en éstos se limite pronto.

2.- ¿Está bien protocolizada la alerta de posible contagio de ébola?, cada vez son más numerosas y siempre son negativas
Está muy bien protocolizada. Se han elaborado de modo que se extreman las precauciones y se prefiere excederse en las sospechas que permitir un caso no diagnosticado. Es éste el motivo por el que se activa la alerta con facilidad, aumenta el número de sospechas, que al final suelen tener diagnósitcos alternativos (malaria, gripe u otra enfermedad infecciosa).

3.- ¿Qué sucede para qué los más afectados por el brote sean los trabajadores sanitarios?, ¿se pueden mejorar las condiciones laborales de los profesionales que trabajan en campaña?
Los trabajadores sanitarios corren un gran riesgo si no se adoptan las medidas de aislamiento precisas. Ellos atienden y tratan a muchos pacientes con la enfermedad por lo que la exposición es segura y frecuente. Si no se adoptan las medidas adecuadas, el riesgo de infectarse por tanto en un trabajador sanitario de la zona es muy elevada.

4.- A día de hoy, ¿se puede considerar el ébola como la enfermedad infecciosa más letal sobre la Tierra?
Es, en efecto, una enfermedad con una mortalidad muy alta. De modo uniforme, supera el 50% de los infectados y puede llegar al 90%. En este sentido, su tasa de mortalidad se encuentra entre las más altas de las enfermedades infecciosas. Afortunadamente el número de personas que padecen la enfermedad globalmente es muy pequeño y el número total de personas que mueren por la misma es, por consiguiente, también pequeño.

5.- En otro orden de cosas, ¿hasta cuándo va a ser el VIH un virus mortal?
El VIH ha dejado de ser un virus mortal en sentido estricto. Produciría la muerte solamente si se dejara evolucionar sin tratamiento, porque nos encontraríamos como en los primeros años de la pandemia. Sin embargo, si la persona infectada por VIH puede tomar los tratamientos de los que disponemos en todas partes, la mortalidad se reduce y es similar a la de las personas no infectadas por VIH. Contando todas las causas de muerte (relacionadas y no relacionadas con la propia infección por VIH), la mortalidad de las personas infectadas por VIH que reciben tratamiento adecuado está en torno al 1% anual.

6.- ¿Está afectando la crisis económica en los estudios y en la difusión de las campañas de concienciación?
La lucha contra la infección por VIH, en todos sus aspectos, se ha visto afectada por la crisis económica como tantos otros aspectos sanitarios. La investigación en su conjunto se ha resentido de la falta de recursos, y la investigación en infección por VIH no ha sido la excepción. El presupuesto que nuestro país destina a este capítulo es realmente bajo en relación con otros países de nuestro nivel. Hacemos lo que podemos pero no logramos alcanzar el nivel global de nuestros colegas de otros países.
También las campañas de prevención y concienciación de la sociedad han sufrido un recorte importantísimo. Y esto es especialmente grave, porque está permitiendo que las nuevas generaciones, y también las anteriores, se olviden de la importancia de esta enfermedad. La no insistencia en las medidas preventivas, en general y específicamente en lugares donde son más útiles (colegios y universidades, lugares que frecuentan los jóvenes, ambiente gay, etc), ha hecho que el uso de las medidas de barrera (preservativos) haya disminuido y haya aumentado el número de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas la infección por VIH. Cada año se diagnostican en España alrededor de 3.500 nuevas infecciones por VIH.

7.- ¿Por qué se necesita un centro de referencia de enfermedades infecciosas después del cierre del Hospital Carlos III?
En realidad, no es tan importante tener un lugar único de referencia de enfermedades infecciosas (no lo hemos tenido desde hace muchos años) sino que todos los hospitales tengan la capacidad de atender bien a los pacientes que sufren enfermedades infecciosas y que los hospitales estén dotados de los medios para diagnosticar, tratar y prevenir las enfermedades infecciosas que pueden ocurrir en su entorno. Además de eso, puede ser conveniente que algunos hospitales, y no todos, estén dotados de unidades especiales para la atención a pacientes con enfermedades muy particulares. Por ejemplo, tiene sentido que existan uno o más hospitales de referencia repartidos en España que tenga los medios y recursos para atender a pacientes con enfermedades infecciosas que precisan medidas especiales, como el Ebola o la tuberculosis multirresistente.

8.- Medicina interna, neurología, pediatría, geriatría, traumatología… ¿Qué aportaría a la sociedad que hubiera una formación específica de “Enfermedades Infecciosas”?
Este es un punto al que somos especialmente sensibles las personas que dedicamos a las enfermedades infecciosas toda nuestra actividad (asistencial, docente, investigadora). El hecho de que se necesitan especialistas en Enfermedades Infecciosas viene claramente apoyado por el hecho de que existe en todo el mundo (en América la tienen Canadá, Estados Unidos y la inmensa mayoría de los países de Latinoamérica; en Europa la tienen todos los países menos Bélgica y nosotros) y que en España existen más de 70 Secciones o Servicios que se dedican exclusivamente a las enfermedades infecciosas. Es decir, la necesidad social existe y ha obligado a crear unidades especializadas de atención.
La no existencia de la especialidad es consecuencia de la falta de sensibilidad, junto con la irresponsabilidad, de los que tienen que tomar la decisión. No pueden ni siquiera aducir que no tienen conocimiento porque desde hace 30 años se les ha venido recordando y pidiendo. En su empeño de negarse están provocando que haya hospitales que no tienen especialistas en E. Infecciosas con la consiguiente desigualdad (inequidad) en el acceso a la asistencia, están limitando la renovación generacional en los hospitales y la mala docencia a los alumnos universitarios. Es muy probable que pacientes que ingresen en un hospital con determinada dolencia infecciosa tengan que ser atendidos por médicos con buenos conocimientos en su especialidad, pero muy limitados en la nuestra. De ahí se puede entender que haya tantas publicaciones que han mostrado cómo aumenta la mortalidad por enfermedades infecciosas cuando éstas son atendidas por no especialistas.

..Emilio Ramírez

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