El 30% pacientes con enfermedades inflamatorias ya son tratados con fármacos biológicos

El desarrollo y la comercialización de fármacos biológicos innovadores implica un mayor esfuerzo de inversión por parte de las compañías, pero igualmente un esfuerzo por parte de los sistemas sanitarios para ponerlos a disposición de los pacientes. Por ello, durante el Simposio “Innovation & challenge in the management of inflammatory disease” celebrado en el contexto de la conferencia internacional sobre biotecnología BioSpain 2014 y patrocinado por la compañía MSD, las autoridades sanitarias, los especialistas médicos y las empresas innovadoras participantes han concluido que es muy importante que las entidades públicas y empresas privadas se coordinen para establecer las prioridades de futuro para que la inversión realmente vaya dirigida a las necesidades del paciente. Y han puesto como ejemplo de integración entre innovación y sostenibilidad los tratamientos biológicos para enfermedades inflamatorias.

La llegada de los medicamentos biológicos ha supuesto, literalmente, un antes y un después en la vida de muchos pacientes con enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, la enfermedad de Crohn y otras”, explica el director de Medical Affairs de Inmunología de MSD y moderador en el simposio, Dr. Luis Cea. Como muestra, en algunas de estas enfermedades, subraya el Dr. Cea, “hasta uno de cada tres pacientes están siendo tratados con fármacos biológicos, ya que han demostrado eficacia allí donde habían fallado los fármacos de síntesis química”, convirtiéndose en la única alternativa farmacológica eficaz que tienen muchos pacientes en la actualidad.

Es por ello que los medicamentos biológicos cumplen con la premisa de innovación en el ámbito de la medicina, “que no sólo es hacer disponible algo nuevo, sino que esto represente un beneficio tangible en el diagnóstico, tratamiento o prevención de las enfermedades”, afirma el Dr. Cea. Como consecuencia, “el tratamiento con estos fármacos está permitiendo, en muchos casos, que los pacientes puedan tener un buen control de los síntomas”. Y aún más: “Los fármacos biológicos ayudan a la sostenibilidad. Muchos pacientes con, por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) o espondilitis anquilosante son jóvenes que se encuentran en edad de trabajar. Y estos tratamientos les está permitiendo reincorporarse a su puesto de trabajo”, ratifica el Dr. Cea.

Uno de cada tres fármacos nuevos es biológico
Y es que apoyar la innovación significa generar riqueza en muchos y diferentes niveles, desde el estrictamente sanitario hasta el económico, como ha quedado plasmado a lo largo del Simposio, celebrado hoy en Santiago de Compostela dentro del programa de Biospain 2014, el evento bienal dedicado a la biotecnología más importante de los que se celebran en España y que este año alcanza su séptima edición.

Las entidades públicas y privadas deben colaborar estrechamente para hacer de nuestro país un entorno atractivo para invertir en innovación, ya que en el medio plazo la inversión en innovación retornará por distintos canales”, ha explicado el Dr. Cea, quien ha estado acompañado durante el simposio, como ponentes, por el responsable de la Dirección General de Asistencia Sanitaria Servicio Gallego de Salud, el Dr. Félix Rubial Bernárdez; el director del Máster en Dirección de Organizaciones Sanitarias de ESADE, Francisco de Paula Rodríguez; el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico de Santiago, Dr. Juan Gómez Reino y el Dr. Juan Saus Mas, fundador y director científico de Fibrostatin.

Uno de los ámbitos de innovación en el área de la medicina en la actualidad es el desarrollo de fármacos biológicos. “El potencial es enorme. De hecho, más de un tercio de los productos nuevos que las empresas farmacéuticas innovadoras tienen en sus líneas de desarrollo son biológicos”, constata el Dr. Luis Cea.

En la actualidad los fármacos biológicos se utilizan en segunda o tercera línea en las enfermedades en que están indicados, cuando con los medicamentos clásicos sintéticos no se ha alcanzado la eficacia deseada. “Pero todavía hay retos aún por resolver. Uno muy relevante es cuál es el biológico más apropiado y el mejor momento para tratar cada paciente. Otro también importante es durante cuánto tiempo y a que dosis se debe mantener el tratamiento biológico. En estas áreas hay una investigación muy activa en el momento actual”, declara el jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico de Santiago y ponente en el encuentro, el Dr. Gómez-Reino.

Nuevas evidencias más allá de su pérdida de exclusividad
Entre los temas abordados durante el Simposio, se debatió también la entrada de los fármacos biosimilares al mercado y cómo tratar -desde el punto de vista de financiación y precio- tanto los medicamentos originales y biosimilares con el fin de contribuir a la sostenibilidad del sistema nacional de salud.

En este sentido, se destacó en primer lugar que un producto biológico puede seguir siendo innovador aunque haya perdido su exclusividad. “De hecho, muchos ensayos clínicos finalizan una vez la exclusividad del fármaco biológico ha expirado, aportando nuevas evidencias para el tratamiento de los pacientes con este tipo de fármacos”, explica el director de Medical Affairs de Inmunología de MSD.

Seguidamente, se resaltó que ambos tipos de fármacos –biológicos y biosimilares- deben tratarse como lo que son: fármacos similares pero no iguales que comparten indicaciones y, por tanto, deben estar disponibles para ser prescritos por el médico en los usos que estén indicados, prescribiéndose y dispensándose de acuerdo al marco regulatorio y legal. Y sin olvidar en ningún momento que el eje fundamental siempre será la seguridad del paciente.

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