La sanidad es una baza electoral muy bien vista por todos los votantes. Las infraestructuras en sanidad, como en el resto de elementos de la sociedad del bienestar, se intentan aprovechar para mejorar la percepción de los votantes sobre los políticos.
Madrid tiene una enorme “batería” de hospitales públicos, algunos de ellos compartiendo área de influencia, más como baza electoral que como necesidad, aunque necesidad también es obtener los votos necesarios para ganar las elecciones. Y si no se gana se critica la gestión de la sanidad y de la educación, que también da buena imagen y genera votos.
Los propios médicos critican, en su foro interno, tanta aparición de centros públicos. Incluso ya se están anunciando nuevas aperturas “maravillosas”, seguramente con el objeto de atraer más votos. No solo no participan los médicos en estas planificaciones, sino que parecen decidas por un comité político-económico, lejos de las miradas de los profesionales.
Por otro lado, y ante la presión mediática, el camino de la colaboración público-privada se va estrechando, no por su utilidad, sino por su imagen, como si fuera incoherente con la percepción de los votantes. Si se quiere un hospital al lado de casa, ¿siempre tiene que ser con los presupuestos públicos?
La apertura del Hospital de Villalba es una apuesta más política que necesaria. Eso no quiere decir que sea una mala apertura, quiere decir que si muchos de esos recursos se invirtieran en el Hospital de Puerta de Hierro, por ejemplo, el beneficio podría ser mucho mayor, pero no se obtendrían tantos votos porque es más fácil vender la apertura de un hospital al lado de casa que la mejora de un servicio de un hospital a 50 kilómetros.
El Hospital de Villaba no es una necesidad ni un capricho, es una baza electoral, cara, pero baza electoral.
..Alfonso González
