La peor epidemia de ébola de toda la historia

Los datos más altos de mortalidad estaban cifrados en 1976 con 280 muertos de 318 infectados en la República Democrática del Congo; 254, también en la República Democrática del Congo en 1995; 224 en Uganda en el año 2000; 187 en la República Democrática del Congo en 2007; 151 en Sudán en 1976 o 128 en el Congo en 2003 son cifras completamente distintas de los más de 3500 muertos del actual brote.

Fue en el pueblo de Yambuku, al norte de Zaire, cuando en 1976 se experimentó el primer brote de la cepa Zaire de ébola, el más letal hasta este último brote con una tasa de mortalidad del 90%.

El virus del ébola causa en el ser humano la enfermedad homónima (antes conocida como fiebre hemorrágica del ébola, EVE), y su tasa de mortalidad puede llegar al 90% porque, de momento, no hay tratamiento específico ni vacuna para las personas ni los animales. El virus se transmite a las personas a través animales salvajes, y después se propaga por contagio entre personas.

Según una nota de la OMS, los brotes de EVE son combatidos también con mensajes educativos de salud pública para reducir los riesgos que se centran en varios apartados esenciales:

  • Reducir el riesgo de transmisión de animales salvajes al ser humano a consecuencia del contacto con murciélagos de la fruta o monos o simios infectados y del consumo de su carne cruda. Deben utilizarse guantes y otras prendas protectoras apropiadas para manipular animales. Sus productos (sangre y carne) deben estar bien cocidos antes de consumirlos.
  • Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona en la comunidad a consecuencia del contacto directo o estrecho con pacientes infectados, especialmente con sus líquidos corporales. Hay que evitar el contacto físico estrecho con pacientes con EVE y utilizar guantes y equipo de protección personal adecuado para atender a los enfermos en el hogar. Es necesario lavarse las manos con regularidad tras visitar a enfermos en el hospital, así como después de cuidar a enfermos en el hogar.
  • Las comunidades afectadas por la EVE deben informar a la población acerca de la naturaleza de la enfermedad y de las medidas de contención de los brotes, en especial la inhumación de las personas fallecidas. Los enfermos que mueren por esta causa deben ser sepultados rápidamente y en condiciones de seguridad.

Control de la infección en centros médicos
El Ébola se transmite entre personas por contacto con los líquidos corporales de un infectado, pero, según la OMS, “no siempre es posible identificar precozmente a los pacientes con EVE porque los síntomas iniciales pueden ser inespecíficos”. Este es el motivo principal por el que los protocolos son muy estrictos a la hora de que en todos los centros los profesionales tomen las precauciones especificadas con todos los pacientes, independientemente de su diagnóstico; desde la higiene básica de las manos o la higiene respiratoria, hasta el uso de equipos de protección personal o prácticas de inyección e inhumación seguras.

Pero, lo más importante, siempre según la OMS, es que los voluntarios que tratan a pacientes infectados con el virus ébola también apliquen las otras medidas de control de las infecciones “para evitar cualquier exposición a la sangre o líquidos corporales del paciente y el contacto directo sin protección con el entorno posiblemente contaminado”. Para el contacto estrecho con pacientes infectados con ébola, hay que protegerse la cara, usar bata limpia, aunque no estéril, de mangas largas y guantes.

También hay riesgo para los trabajadores del laboratorio. Las muestras tienen que ser manipuladas por profesionales especializados y procesarse en laboratorios adecuadamente equipados.

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