Más de 8 horas de sueño puede favorecer el deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años

Si no leer incrementa 3,7 veces la posibilidad de padecer la dolencia de deterioro cognitivo en las personas mayores de 65 años, con el sueño puede ocurrir lo mismo, si no se realiza en la dosis adecuada. Así lo confirman como principal conclusión los resultados de un estudio reciente realizado por un grupo de investigadores de Grado de Farmacia pertenecientes a la Universidad CEU Cardenal Herrera y farmacéuticos comunitarios de la Comunidad Autónoma de Valencia, preparado sobre una muestra de cerca de 250 personas mayores de esta edad –todas voluntarias-. Los resultados fueron publicados en la revista de Investigación Clínica publicada como “Estudios de vida asociados al deterioro cognitivo”.

El seguimiento de la muestra elegida se ha llevado a cabo de forma directa por los farmacéuticos comunitarios valencianos, que han mantenido un contacto directo con los pacientes seleccionados, bastantes de ellos con enfermedades crónicas, examinando con detalle sus características personales para relacionarlas con sus factores de riesgo, como edad, formación y hábitos intelectuales, formas de vida, prácticas más frecuentes de ejercicio físico y estilo general de vida, con atención preferente a sus índices de lectura y a sus habituales horas de sueño.

En cuanto a las horas de sueño, se ha podido detectar que dormir menos de seis horas y más de ocho incrementa el riesgo de deterioro cognitivo 2,6 veces. Tanto el insomnio crónico como la somnolencia durante el día, son factores de riesgo asociados al deterioro cognitivo y a la demencia senil.

El deterioro cognitivo, relacionado frecuentemente con la edad, es la manifestación clínica más asociada a este tipo de demencias. Una afección que, según los autores del estudio, variando las zonas geográficas en que se encuentren ubicados los pacientes, así como la metodología de estudio empleada, afectará a la prevalencia del deterioro cognitivo entre el 10,1 y el 26,9 % de aquella población que tenga una edad superior a los 65 años. Con una repercusión más generalizada del 12% de los casos. Una afección que, a su vez, se asocia, además de la edad, a los estilos de vida, las horas reales de sueño, la estimulación intelectual y el ejercicio físico.

En el caso de la edad, el estudio ha reflejado que la prevalencia del deterioro cognitivo registrada aumenta un 9% cada año de vida, lo que representa que cada diez años se duplica el riesgo de padecer este tipo de deterioro. En este aspecto se ha detectado también que la estimulación intelectual a través de la lectura es bastante importante también, de forma que, como ya se ha indicado, no leer incrementa el riesgo de deterioro cognitivo 3,7 veces. Hacerlo de forma esporádica solo 2,5 veces.

La prevalencia mundial actual de la demencia es de 35,6 millones de personas. Dado el progresivo envejecimiento de la población no es difícil predecir que para 2050 se llegarán a duplicar los casos actuales, según estimaciones de la “Worlf Alzheimer Raport de España”.

El equipo investigador estuvo constituido por la Dra. Lucrecia Moreno, Vicedecana de Grado en Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera como principal investigadora del Grupo, Mª Teresa Climent y Ana Vilaplana, farmacéuticas de la Comunidad valenciana y Alberto Arnedo, perteneciente al Servicio de Epidemiología del Centro de Salud de Castellón, así como el Dr. José Villar, miembro del Servicio de Siquiatría del Hospital Luis Alcañiz, de Xátiva.

Este mismo equipo ha puesto ya en marcha una segunda fase de trabajo para el diseño de un programa de intervención sanitaria encaminado a mejorar la función cognitiva y los estilos de vida relacionados con el deterioro cognitivo entre este tipo de pacientes, de los que el 42% ha aceptado participar en un programa de educación sanitaria para favorecer el entrenamiento cognitivo, la práctica de ejercicio y la educación en la higiene del sueño; factores claves para la prevención de la demencia senil en la ancianidad
..Lola Granada

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en