Investigadores españoles descubren una sustancia natural que tras un infarto logra que el corazón se recupere

Investigadores de la Red de Investigación Cardiovascular (RIC) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III de Madrid, han demostrado que una sustancia natural administrada tras el infarto de miocardio consigue niveles de recuperación que dejan al corazón funcionalmente casi en la situación anterior al infarto.

La investigación, que acaba de ser publicada en la revista científica Biochem Pharmacol, demuestra el potente efecto cardioprotector que tiene un terpeno al administrarse tras un infarto de miocardio, y es que el estudio señala que los productos naturales de naturaleza lipídica como los terpenos u Omega 3, tienen una amplia difusión como antiinflamatorios y en algunas actuaciones quimioterápicas. Sin embargo, en el campo cardiovascular hay “muy poca experiencia” con estas sustancias.

En este sentido, hace tres años, los investigadores de la RIC demostraron que al aplicar algunos terpenos a células cardíacas (cardiomiocitos) que habían sido sometidas a isquemia o hipoxia, que es cuando se les somete a una reducción de la cantidad de oxígeno, éstas, seguían manteniendo una alta viabilidad.

La investigación, ahora supone un paso más, y es que los investigadores de la RIC han aplicado terpenos a un caso de infarto en animal entero y no solamente en células aisladas. De esta manera, ligando la arteria coronaria ascendente izquierda durante 30 minutos provocaron un infarto de miocardio y después al mismo tiempo que reoxigenaban el corazón, añadían terpenos.

Durante el proceso, descubrieron que a dosis muy bajas (micromolares) entre cinco a 10 minutos después del restablecimiento del flujo sanguíneo estos animales presentaban una sobresaliente función cardiaca, ya que mantenían excelentes volúmenes de eyección, o lo que es lo mismo, tenían mucho menor grado de infarto (reduciéndose un 88% el área infartada).

La principal novedad del hallazgo radica en que hasta ahora se habían probado moléculas cardioprotectoras, pero por lo general, eran añadidas antes de hacer la isquemia, es decir, antes de que se produzca el infarto de miocardio.

El terpeno utilizado se extrae de la planta sideritis fetenses
La traslación futura de este hallazgo de los investigadores de la RIC a la práctica clínica consistiría en que añadiendo este terpeno que, es utilizado minutos después del infarto de miocardio, las consecuencias de éste serían mucho menores y por ende el corazón quedaría en una situación funcional mucho mejor. El terpeno empleado es extraído de la sideritis fetenses, una planta crucífera abundante en España que produce estos terpenos, especialmente en la época de verano.

La pregunta del millón: ¿Por qué hasta ahora nadie había utilizado después del infarto los terpenos? El coordinador del estudio, el doctor Lisardo Boscá, afirmó que “a veces son tradiciones. Hay muy pocos terpenos que se hayan utilizado en este contexto”.

Respecto a si el paso a la utilización en personas, puede implicar dificultades añadidas, el especialista considera que “no se esperan grandes diferencias entre animales y humanos, porque ya hemos utilizado algunas líneas de células cardíacas humanas que in vitro han permitido probar la acción protectora de esta sustancia frente a una situación de anoxia, es decir, falta casi total de oxígeno en la célula”.

Para Boscá, el siguiente paso será “probar en animales, diferentes actuaciones que permitan simplificar más la molécula y mejorar todavía más esta respuesta primaria cardioprotectora que hemos obtenido”. Además, afirma que “hay parámetros de esta molécula que todavía están pendientes de valorar, por ejemplo si su farmacocinética es la óptima”.
..Emilio Ramirez

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