La Clostridium difficile infectó a casi medio millón de personas en un año

La Clostridium difficile o “C. difficile”, ha causado casi medio millón de infecciones y se le asocia con cerca de 29.000 muertes en 2011, según los nuevos datos publicados hoy por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en su siglas en inglés).

El Dr. Michael Bell, Doctor en Medicina, director adjunto de la División de Promoción de Calidad de Salud del Centro Nacional de Enfermedades emergentes e infecciones zoonóticas de Atlanta, ha informado que “la C. difficile es una bacteria que causa diarrea severa y daños en el colon, y con frecuencia surge provocado por la exposición a antibióticos. En las últimas décadas, las infecciones por C. difficile se han vuelto cada vez más comunes y se observa tanto en pacientes en centros sanitarios, como en gente en sus comunidades“.

En el pasado, los pacientes infectados con C. difficile padecían una diarrea que se relacionaba con el uso de antibióticos y que, a menudo, se percibía como una molestia, pero no como problema importante. Por desgracia, el tipo de C. difficile que circula actualmente en EE.UU. produce una toxina poderosa que puede causar una diarrea verdaderamente mortal“, explicó el Dr. Bell.

Los pacientes que están recibiendo antibióticos ahora corren el riesgo no sólo de contraer una diarrea leve, sino la enfermedad de forma intensa, que puede causar daños en el intestino tan dolorosos y graves que una parte del colon necesita ser extirpado quirúrgicamente, una condición conocida como megacolon tóxico“.

La doctora Fernanda Lessa C, también miembro de la División de Promoción de Calidad de Salud del Centro Nacional de Enfermedades emergentes e infecciones zoonóticas de Atlanta, y sus colegas informan sobre sus hallazgos en un artículo publicado en la edición del 26 de febrero de la New England Journal of Medicine.

Con el uso de modelos de regresión, se calcularon estimaciones de la incidencia nacional y del número total de infecciones, primeras reincidencias y muertes que se produjeron a los 30 días del diagnóstico. Los investigadores identificaron 15.461 casos de infección por C. difficile en las 10 áreas geográficas estudiadas (EEUU); 65,8% de éstos casos estaban asociados a la atención sanitaria, pero sólo el 24,2% surgió durante una hospitalización.

Los autores del estudio ajustaron los factores predictivos a la incidencia de la enfermedad, la edad, el sexo, la raza, y una tasa de uso de la prueba de amplificación de ácido nucleico (AEAC) del 52% para los casos relacionados con la vida en comunidad; y la edad, los días de hospitalización y la tasa de uso de la prueba AEAC del 52% en los casos en los que hubo relación con hospitales.

Después de ajustar los datos, el número estimado de infecciones en EEUU fue de 453.000 (95% intervalo de confianza [IC]: 397100 – 508500). Se estimó que la incidencia es mayor entre mujeres (razón de tasas, 1,26; IC del 95%, 1.25 a 1.27), personas de raza blanca (razón de tasas, 1,72; IC del 95%, 1,56-2,0), y personas de 65 años o más (proporción de la tasa, 8,65; IC del 95%, 8.16 a 9.31).

Según las estimaciones de los investigadores, el número de primeras reincidencias fue de 83.000 (IC del 95%, de 57.000 – 108.900), y las muertes ascendieron a 29.300 (IC del 95%, de 16.500 – 42.100).

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria, resultan más dañinas
La tasa estimada de la primera reaparición fue del 13,5% entre las personas infectadas relacionadas con la vida en comunidad, mientras que fue del 20,9% entre las personas infectadas en hospitales o centros de salud.

La tasa estimada de muerte a los 30 días fue del 1,3% entre las personas infectadas sin contacto con hospitales y del 9,3% entre las personas con infección proveniente del nosocomio.

Ante la ausencia de una vacuna, los esfuerzos que se hagan para prevenir la C. difficile hará cruces entre la configuración de atención sanitaria y un mejor uso de antibióticos, como ya se ha demostrado como vía del éxito en la disminución de tasas de infección por C. difficile en Inglaterra”, explican los autores del estudio.

Para prevenir la C. difficile, los investigadores sugieren seguir estas sencillas recomendaciones:

  • La prescripción y utilización de antibióticos debe realizarse con cuidado
  • Realizar pruebas de C. difficile a pacientes que presenten diarrea durante el uso de antibióticos, ya sea durante la enfermedad o varios meses después de tomar los antibióticos
  • Aislar de inmediato a los pacientes con C difficile
  • Utilizar guantes y bata cuando se entre en contacto con pacientes con C difficile. Los desinfectantes de manos no acaban con la C difficile, y un lavado de manos sencillo puede ser insuficiente
  • Limpiar las superficies de las habitaciones con lejía u otro producto desinfectante aprobado, para matar las esporas después de haber tratado a un paciente con C difficile en esa habitación
  • Al transferir un paciente de una instalación a otra, notificar a la nueva instalación que el paciente está infectado con C difficile

..Amaya Lujambio

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