Sierra, Sánchez Atrio, Abarca y Sánchez Chillón muestran profundas diferencias de cómo enfrentarse al futuro del ICOMEM

De aquí a seis días ya se sabrá quién presidirá el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid. Los candidatos participaron en un debate abierto en la sede colegial para someterse a preguntas del público e incluso a preguntas entre ellos. Este último cara a cara entre los candidatos, quinto de toda la campaña, sirvió para ver las posiciones personales de cada uno, porque los programas están más que expuestos y son ya conocidos por todos los que han tenido interés.

Juan Abarca, Ana Sánchez Atrio y Miguel Ángel Sánchez Chillón dedicaron bastante tiempo a analizar el pasado y defenderse de la situación en la que han dejado el Colegio. El enfrentamiento “personal” entre ellos tres fue constante. Sánchez Atrio, la vicepresidenta actual, demostró que conoce bien las debilidades de los demás, que en muchas ocasiones no supieron responder adecuadamente a sus incisivas preguntas.

Candidatura plural”, así define la suya Juan Abarca, “Un 75% de sus miembros trabajan en la Sanidad Pública, y el 25% restante en la Sanidad Privada”. No explicó porqué lleva en su candidatura a Sonia López Arribas, la controvertida y discutida presidenta actual, ni cómo va a influir que en los puestos clave de su Junta Directiva haya situado a personas que dependen jerárquicamente de él.

Abarca continua defendiendo una “gestión profesional de verdad que traiga al Colegio al siglo XXI“, y con una “comisión permanente de calidad“, y sigue hablando, igual que en toda la campaña, como si el ICOMEM fuera ya una de las empresas que dirige, a las que no paró de hacer referencia.

Nos merecemos una institución que nos represente”, así consideró Ana Sánchez Atrio el principal cambio que debe producirse a partir del 18 de febrero. Para ello, abogó por una institución depurada y que sea un referente en calidad. Los últimos cuatro años del Colegio, en los que ha ejercido como vicepresidenta de la Junta Directiva, son su principal baza, “el inicio del cambio han sido estos años”, aseguró.

Convertir el Colegio en interlocutor de prestigio”, así empezó su intervención Guillermo Sierra. Para el que fuera presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), “hay que defender al médico, trabaje donde trabaje”. Defender la sanidad pública y la calidad asistencial, pero para que esto último ocurra, “el médico debe estar satisfecho en lo profesional y en lo retributivo”. Por ello, no duda en mostrar su compromiso, si gana las elecciones el próximo 18 de febrero, de ir “a todos los hospitales y centros de salud para defender los problemas de los médicos”. Escuchar y defender al médico.

Para Sierra, hay que regenerar el Colegio, una regeneración que pasa por darle “transparencia, control económico y control de recursos”. Debe ser un “Colegio abierto en el que se dé entrada en los órganos de Gobierno a las candidaturas que no ganaron”.

Declaración patrimonial antes y al terminar el mandato”, es la principal apuesta de Miguel Ángel Sánchez Chillón, y aseguró que es primordial “abrir las puertas y ventanas del Colegio para saber como es su estado patrimonial”. Para el que quedara segundo, tras el triunfo de Sonia López Arribas en las últimas elecciones del ICOMEM en 2012, la institución debe “tener un impacto político y social”, y sí gana estas elecciones, el Colegio será “un referente científico, profesional y social”.

Además de las propuestas que están recogidas en los programas electorales de cada candidatura, una de las cuestiones que más preocupa a los colegiados es saber cuál será la disponibilidad que tendrán para su nuevo cargo como presidente. Abarca, “presumiendo” de su labor como gestor de hospitales, aseguró que aunque físicamente no pueda estar en sus hospitales, los gestiona. Por ello afirmó que “dedicará al Colegio el tiempo suficiente para gestionarlo”.

Sánchez Atrio defendió como durante estos últimos cuatro años “no he dejado mi labor asistencial y docente”, pero “por la tarde le he dedicado muchas horas al Colegio”.

Sánchez Chillón explicó que gran parte de su tiempo libre se lo dedicará al Colegio, pero en el caso de que salga elegido como presidente tendrá que recortar su labor asistencial y su tiempo dependerá de lo que le permita la Consejería.

Sí el criterio para ganar las elecciones fuera la disponibilidad para el Colegio de Médicos de Madrid como presidente, habría un ganador claro porque Guillermo Sierra fue el único de los candidatos que aseguró que sí el 18 de febrero gana las elecciones, a partir del 19, “la dedicación al Colegio será toda la necesaria”.

Guillermo Sierra fue el primero de los candidatos que prefirió dejar al público el tiempo que tenía para sus propias preguntas, mientras que Sánchez Chillón tuvo que sumarse a regañadientes. Sánchez Atrio y Juan Abarca sí quisieron utilizar su tiempo de preguntas para intentar poner “colorados” a los demás.
..Emilio Ramirez

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