La inmunoquimioterapia ha mejorado sustancialmente el pronóstico de los pacientes con linfoma difuso de célula grande B (LDCGB)

El linfoma difuso de célula grande B (LDCGB) es el linfoma no Hodgkin (LNH) más común, ya que representa aproximadamente el 50 % del total de casos de LNH. Durante la última década, la inmunoquimioterapia, con la adición de rituximab a la quimioterapia ordinaria, ha mejorado sustancialmente el pronóstico de los pacientes con LDCGB, aunque un 5% de ellos puede sufrir eventos del sistema nervioso central (SNC) que suponen una complicación de elevada morbilidad, generalmente mortal, e implican una supervivencia reducida, con medianas inferiores a los 6 meses. Es por ello que “el diagnóstico precoz de estos eventos es fundamental para lograr el éxito del tratamiento y mejorar el pronóstico”, ha destacado el doctor Francisco Javier Peñalver, jefe de la Unidad de Hematología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, de Madrid, y coordinador del taller práctico sobre “La afectación del SNC en LDCGB: de la práctica clínica a la guía de expertos”, organizado por el Grupo Español de Linfomas – Trasplante Autólogo de Médula Ósea (GELTAMO) de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).

En este contexto, un grupo de hematólogos españoles especializados en el estudio, diagnóstico y tratamiento de pacientes con LDCGB y eventos en el SNC, ha llevado a cabo un estudio sistemático de los datos publicados para analizar los factores de riesgo, las estrategias de diagnóstico y profilaxis, y los métodos terapéuticos en el abordaje de la recaída o progresión del LDCGB en el SNC. Esto ha traído consigo la publicación de la Guía GELTAMO para el Diagnóstico, Prevención y Manejo Terapéutico de la Afectación del SNC en Pacientes con LDCGB, con la colaboración de Mundipharma, donde “se formulan recomendaciones para la prevención y el diagnóstico óptimos, y para establecer la estrategia terapéutica frente al linfoma con recaída leptomeníngea o afectación del parénquima cerebral (tejido funcional en el cerebro)”, afirma el experto.

El diagnóstico de afectación del SNC “se basa frecuentemente en la presencia de signos y síntomas sospechosos, en el examen confirmado del líquido cefalorraquídeo (LCR) y en técnicas de neuroimagen”, señala el doctor Peñalver. “La administración de tratamiento preventivo en la terapia de primera línea con el objeto de reducir la incidencia de recaída en SNC es una estrategia de control ampliamente utilizada”, explica. Sin embargo, “no hay consenso respecto a los pacientes a los que hay que administrar profilaxis del SNC, ni sobre su eficacia real en la era de la inmunoquimioterapia. Probablemente existe un subgrupo de pacientes con un riesgo de recaída en SNC 4 ó 5 veces superior, pero no están exentos de polémica los factores para identificar este grupo de población de alto riesgo”.

La guía se divide en cuatro bloques fundamentales: factores de riesgo de afectación del SNC en pacientes con LDCGB; diagnóstico de enfermedad leptomeníngea en pacientes con LDCGB; eficacia de la quimioprofilaxis para la prevención de recaídas en SNC; y tratamiento de la afectación del SNC por linfoma. Al final se hace un resumen de recomendaciones para cada apartado.

Guía de Diagnóstico, Prevención y Manejo Terapéutico de la Afectación del SNC en Pacientes con LDCGB

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