El brote de fiebre amarilla que comenzó hace tres meses en Angola ha causado ya la muerte de 158 personas

Un brote de fiebre amarilla que comenzó en Angola el año pasado ha matado ya a 158 personas, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra se ha triplicado desde febrero, que registró 50 fallecidos, además de registrarse más de 980 casos sospechosos.

La organización advierte de que la enfermedad se está acelerando y también se han incrementado los casos de malaria, cólera y diarrea crónica en la capital, Luanda, y en otras ciudades.

Este brote, ha supuesto la reaparición de la enfermedad en Angola 30 años después, lo que ha que hecho que el sistema sanitario del país esté “desbordado” ante la crecida y magnitud de los casos.

12 millones de personas están sin vacunar de la fiebre amarilla en Angola
Para la población, después de tanto tiempo, veía la fiebre amarilla como una enfermedad lejana, y es que se sentía protegida y segura con la vacunación, sin embargo, como informa la ONG Médicos del Mundo, a pesar de la campaña actual de inmunización que, el gobierno inició en febrero en Viana (cerca de Luanda) y con la que pretenden tratar a 1,4 millones de personas, actualmente todavía hay cuatro millones de personas sin vacunar en la capital Luanda y otros ocho millones en las provincias donde la epidemia se ha extendido.

Se calcula que cada año se producen en el mundo 130.000 casos de fiebre amarilla, enfermedad vírica aguda, hemorrágica que, transmitida por mosquitos infectados, causan unas 44.000 muertes en países endémicos africanos, donde se produce el 90% de los casos de fiebre amarilla.

Médicos del Mundo que, está presente en Angola desde el año 2003, ofrece apoyo al Ministerio de Salud angoleño reforzando la vigilancia epidemiológica para la prevención, detección y tratamiento de casos, al tiempo que ofrece formación y equipamiento al personal de vacunación local y a los centros de atención y tratamiento.

Es imprescindible también utilizar todos los medios posibles de información social, como la televisión, las radios locales y la educación comunitaria, para trasladar a la población las claves para protegerse ante una enfermedad potencialmente mortal”, destaca la ONG en un comunicado.

El objetivo es trabajar directamente en 10 centros de salud y alcanzar las 36.000 personas beneficiarias directas y 100.000 indirectas, ya que “un diagnóstico erróneo o tardío y un deficiente manejo inicial de los casos reducen drásticamente las posibilidades de supervivencia de las personas afectadas”. Además, defiende la necesidad de conseguir en las próximas semanas fondos para conseguir material sanitario como neveras para la conservación de las vacunas y una correcta gestión de residuos.

Su intervención se prolongará durante los meses de marzo y abril, que coinciden con la temporada de lluvias, cuando hay mayor número de mosquitos y más riesgo de que se extienda esta epidemia.
–Redacción

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