El estrés antes del embarazo podría afectar al tamaño del bebé, según estudio

Los niveles de la que se conoce popularmente como la hormona del estrés, el cortisol, antes del embarazo, puede afectar a que el futuro bebé nazca con un peso bajo, según un estudio.

No hay que estigmatizar el cortisol, ya que todos lo necesitamos para vivir, y es que como todas las hormonas, en pequeñas dosis liberadas en el cuerpo puede aportarnos efectos positivos, como por ejemplo ayudar al cuerpo a equilibrar el efecto de la insulina para mantener el azúcar en la sangre en el nivel adecuado y el uso de azúcar y grasa para obtener energía o también ayudar a regular la presión arterial, y el más evidente de todos, ayudar al cuerpo a controlar y responder al estrés.

Típicamente, los niveles de cortisol son altos cuando uno se despierta por la mañana, y luego se reducen durante el día, salvo en personas con depresión cuyos niveles son prácticamente iguales por la mañana que por la noche. Algunas personas tienen un nivel bajo de cortisol en la mañana, y un declive inferior al normal durante el día, explican los autores del estudio.

Ese patrón anómalo, asociado con el estrés crónico, se ha vinculado con la progresión de varias enfermedades, incluyendo el cáncer y el endurecimiento de las arterias, indican los investigadores.

Como recoge la autora del estudio que, ha sido publicado en Health Psychology, Christine Guardino, becaria postdoctoral de psicología de la universidad, en Los Ángeles (Estados Unidos), “hallamos que el mismo patrón de cortisol que se ha vinculado con el estrés crónico se asocia con tener un bebé que pese menos al nacer”.

Guardino y sus colaboradores observaron a 142 mujeres embarazadas de distintos lugares del país: Baltimore, la parte oriental del Carolina del Norte, Lake County en Illinois, Los Ángeles y Washington D.C.

Para evaluar los niveles de estrés de las mujeres, los investigadores analizaron los siguientes parámetros: presión arterial, el índice de masa corporal, los niveles de cortisol en su saliva y otros factores.

El estudio sugiere que los patrones de cortisol de una madre antes del embarazo podrían afectar al peso del bebé al nacer, y es que un nivel elevado de cortisol en las madres reduce el flujo sanguíneo al feto, lo que reduce el oxígeno y los nutrientes disponibles, señaló la autora colíder del estudio, Chris Dunkel Schetter, profesora de psicología de la UCLA.

Las mujeres deben tratar la depresión, evaluar y tratar el estrés, asegurarse de estar en una relación saludable, ser físicamente activas, dejar de fumar y buscar el respaldo de su familia. Todas esas cosas que crean un embarazo óptimo y una vida saludable para la madre se deben hacer antes de quedar embarazada”, concluyó Schetter.
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