Niveles más altos de vitamina D están asociados a un menor riesgo de cáncer, según los investigadores

Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California informa que niveles más altos de vitamina D – específicamente los niveles de 25-hidroxivitamina D – están asociados a un riesgo reducido de padecer cáncer. Los resultados fueron publicados en la edición del 6 de abril de la revista PLoS ONE.

Hemos cuantificado la capacidad de cantidades adecuadas de vitamina D para prevenir todos los tipos de cáncer invasivo, que había sido “terra incognita” hasta la publicación de este trabajo“, dijo Cedric Garland, DrPH, profesor adjunto del Departamento de Medicina de Familia y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de California y miembro del Centro del Cáncer Moores en UC San Diego Health.

Garland y su difunto hermano, Frank, establecieron la primera conexión entre la deficiencia de vitamina D y algunos tipos de cáncer en 1980, cuando se observaron que las poblaciones en latitudes más altas (con menos luz del sol) eran más propensas a tener deficiencia de vitamina D, que es producida por el cuerpo a través de la exposición a la luz solar, y a tener tasas más altas de cáncer de colon. En estudios posteriores realizados por los hermanos Garland y otros investigadores, observaron que la vitamina D se relaciona con otros tipos de cáncer, como el de mama, pulmón y vejiga.

El nuevo estudio de PLoS ONE trató de determinar qué nivel de vitamina D en sangre se requiere para reducir eficazmente el riesgo de cáncer. El marcador de la vitamina D fue el 25-hidroxivitamina D, la forma principal en la sangre. Los investigadores emplearon un enfoque no tradicional, poniendo en común los análisis de dos estudios previos de diferentes tipos: un ensayo clínico aleatorizado de 1.169 mujeres y un estudio de cohorte prospectivo de 1.135 mujeres. Un ensayo clínico se centra en si una prueba o tratamiento específico es seguro y eficaz. Un estudio prospectivo observa los resultados durante el período de estudio, en este caso, la incidencia de cáncer entre los participantes.

Mediante la combinación de los dos estudios, los investigadores obtuvieron un tamaño de muestra mayor y un mayor rango de niveles en suero de sangre de 25-hidroxivitamina D o 25 (OH) D.

La única medida exacta de los niveles de vitamina D en una persona es un análisis de sangre. En el ensayo clínico Lappe, la media de suero sanguíneo de 25 (OH) D fue de 30 nanogramos por mililitro. En la cohorte prospectiva GrassrootsHealth, fue más alta: 48 ng/ml.

Los investigadores observaron que la incidencia de cáncer ajustada por edad fue de 1.020 casos por cada 100.000 personas en la cohorte Lappe y 722 por 100.000 personas en la cohorte GrassrootsHealth. La incidencia de cáncer disminuyó con el aumento de 25 (OH) D. Las mujeres con concentraciones de 25 (OH) D de 40 ng/ml o más tuvieron un 67% de menor riesgo de cáncer que las mujeres con niveles iguales o menores de 20ng/ml.

Los niveles séricos de vitamina D en la sangre recomendados han sido una fuente de intenso debate en los últimos años. En 2010, el Instituto de Medicina (IOM) concluyó que los niveles inferiores a 12 ng/ml representaban una deficiencia de vitamina D y recomienda un objetivo de 20 ng/ml, que se podría conseguir en la mayoría de adultos sanos (con edades entre 19 y 70 años), con el equivalente a 600 unidades internacionales de vitamina D al día.

Posteriormente, otros grupos han argumentado a favor de niveles séricos más altos en sangre: 50 ng/ml o más. Por encima de 125 ng/ml, puede haber efectos secundarios. Muchos partidarios de la vitamina D ahora abogan por 800 / 1.000 UI diarias; más para las personas mayores de 70 años y para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Garland no identifica la ingesta óptima diaria de vitamina D o la forma de la ingesta, que puede ser mediante la exposición al sol, la dieta y/o la administración de suplementos. Él dijo que el estudio actual simplemente aclara que la reducción del riesgo de cáncer se vuelve medible a partir de 40 ng/ml, con un beneficio adicional en niveles superiores.

Estos resultados apoyan una asociación inversa entre el 25 (OH) D y el riesgo de cáncer“, dijo, “y ponen de relieve la importancia para la prevención del cáncer lograr una concentración en suero sanguíneo de vitamina D por encima de 20 ng/ml, la concentración recomendada por el IOM para la salud ósea“.

Garland dice que hacer el esfuerzo por aumentar las concentraciones de 25 (OH) D hasta un mínimo de 40 ng/ml en la población general, reduciría sustancialmente la incidencia de cáncer y la mortalidad asociada.

La prevención primaria del cáncer, en lugar de mejorar la detección temprana o el tratamiento, será esencial para revertir la actual tendencia al alza de la incidencia de cáncer en todo el mundo“, escribieron los investigadores. “Este análisis sugiere que mejorar el estado de la vitamina D es una herramienta clave para la prevención“.
..Susana Calvo

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