La venta de medicamentos por Internet en China supone cerca del 3% del total del mercado, un porcentaje que hasta hace cinco años era casi insignificante, pero que gracias a las cada vez más incipientes farmacias virtuales, ha hecho que estas ventas on line, en 2014 -las cifras más disponibles- hayan superado los 7.000 millones de yuanes, 950 millones de euros, tal y como informa el diario oficial Shanghai Daily a tenor de un informe de la consultora Boston Consulting Group (BCG).
Este volumen de negocio podría ser solamente el principio, si como se espera, la capital Pekín autoriza en un futuro la venta por Internet de medicamentos que necesitan receta médica.
Este es uno de los factores que el Gobierno quiere incluir en su actual reforma del sistema sanitario, desligar, o reducir a los hospitales chinos el monopolio que tienen sobre las ventas de medicamentos con receta para obtener ingresos, de manera que puedan comprarse igualmente en farmacias y, probablemente también en establecimientos virtuales.
Gigantes del sector, como Alibaba y JD.com, si esto ocurre, tardarán poco tiempo en extender sus actuales cuotas de mercado rápidamente, donde al igual que las farmacias físicas, por ahora, sólo venden medicamentos genéricos y productos sanitarios como analgésicos, complementos vitamínicos o mascarillas contra la contaminación atmosférica, todos ellos sin receta, y que dejaban pocos márgenes.
“Las farmacias en línea van a crecer, pero lo rápido que lo hagan dependerá de las normas sobre separación entre medicamentos con receta y sin receta”, afirma el reputado analista John Wong, de la consultora BCG, autor de un estudio sobre el sector. “Diferentes competidores están entrando en este ámbito. Cada uno está intentando captar una parte del negocio”, añade.
Otro reto, según otro socio de BCG, Magen Xia, y como recoge la agencia china de noticias Xinxua, es para las autoridades, que deben buscar una vía para limitar el gasto en línea. Según el esquema actual, el tope de cobertura del seguro ha sido mantenido por los hospitales que prescriben estos medicamentos.
Aparte de estos retos propios de un marco regulador, como indica Xia, es que las farmacias en línea no pueden prosperar solamente con el negocio de medicamentos con receta. “Las farmacias no sólo pueden limitarse a sí mismas a vender medicamentos en línea. Deben también o extenderse a consultas y diagnósticos o buscar socios en fases de negocio previas que pueden extenderles recetas”, afirma al respecto.
Por ahora, como explica John Wong, “los hospitales todavía quieren el dinero de los medicamentos”, pero esa situación, avisa, que “en cuanto el gobierno diga se acabó, veréis transformarse la industria muy rápidamente”.
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