Anorexia: factores genéticos y ambientales de riesgo al descubierto

La anorexia nerviosa tiene la tasa más alta de mortalidad que cualquier otra enfermedad psiquiátrica, y como tal, hay una necesidad urgente de encontrar dianas terapéuticas para este trastorno de la alimentación. Ahora, cómo la combinación de factores genéticos y ambientales de riesgo en un nuevo modelo de ratón puede desencadenar la enfermedad.

El equipo, del Columbia University Medical Center (CUMC), ha publicado los resultados en la revista Translational Psychiatry. En ella señalan que la anorexia es la tercera enfermedad crónica más común entre los jóvenes de EE.UU. y tiene una tasa de mortalidad del 8-15%.

Muchas personas con anorexia se ven a sí mismos con sobrepeso, incluso cuando están bajos de peso, y se obsesionan con la alimentación, la comida y el control del peso.

Los síntomas de este trastorno de la alimentación incluyen un peso corporal muy bajo, restricción de alimentos, la continua búsqueda de la delgadez, el miedo al aumento de peso y una imagen distorsionada. Además, algunas niñas y mujeres no menstrúan como consecuencia de su bajo peso corporal.

Los investigadores han sospechado que el riesgo de anorexia aumenta por una combinación de variables genéticas, biológicas, psicológicas y socioculturales, pero un gran obstáculo para el desarrollo de nuevos tratamientos ha sido la falta de modelos animales que describan el patrón de enfermedad que aparece en los seres humanos.

En este último estudio, dirigido por Lori Zeltser, PhD, de CUMC, los investigadores dicen que, aunque los modelos animales con anorexia anteriores habían incluido algunas variables, no hubo ninguno que fuera capaz de incorporar el estrés social y los componentes genéticos de la ansiedad y la anorexia que son susceptibles de contribuir a la anorexia en los seres humanos.

Variante genética, estrés social y dieta restringida: una combinación peligrosa
El equipo expuso a los ratones adolescentes a por lo menos una copia de la variante del gen BDNF. Este gen se ha relacionado con la anorexia y la ansiedad en ratones y seres humanos.

A continuación sometieron a los ratones a una dieta baja en calorías, que los investigadores dicen que normalmente precede a la anorexia en los seres humanos, para que trabajara como un desencadenante de los problemas alimenticios. La ingesta calórica de los ratones se redujo en un 20-30%, aproximadamente el equivalente a la reducción de calorías de una típica dieta para humanos.

Uno de los conductores de la anorexia en los seres humanos es la presión de grupo, concretamente el deseo de estar delgada“, dice Zeltser.

La gente asumió que no se podía replicar esto en un ratón“, continúa. “Decidimos dejar la presión de grupo fuera de la ecuación y centrarnos en el estrés social, que se puede lograr haciendo que los ratones vivieran solos, en lugar de en grupos“.

Cuando los ratones adolescentes con la variante del gen BDNF fueron expuestos tanto a un estrés por aislamiento social como a una dieta restringida, los investigadores observaron que eran más propensos a dejar de comer que los ratones del grupo de control.

Curiosamente, cuando los investigadores impusieron estas variables ambientales en ratones adultos, no se produjeron cambios en su comportamiento alimentario.

Además, cuando el equipo impuso o bien el estrés social o la reducción de la dieta – pero no ambos – en los ratones adolescentes con la mutación del gen, éstos no mostraron grandes cambios en su comportamiento alimentario.

Al comentar sobre sus hallazgos, Zeltser dijo:”Nuestros resultados muestran que tener el genotipo de riesgo por sí solo no es suficiente para provocar un comportamiento de anorexia, pero confiere la susceptibilidad al estrés social y la dieta, especialmente durante la adolescencia. Es necesario tener en cuenta todas estas variables para ver este fuerte efecto en la alimentación“.

El modelo replica casi fielmente el comportamiento anoréxico en los seres humanos
Debido a que el estudio se realizó en ratones y no en humanos, los investigadores señalan que “siempre habrá preguntas sobre el grado en que un modelo de ratón puede captar plenamente un trastorno tan complejo como la anorexia nerviosa“.

Sin embargo, dicen que hay muchos componentes clave de su modelo que “reflejan con precisión las condiciones que se cree que promueven los trastornos de la alimentación“. Estos incluyen las interacciones entre el estrés a una edad temprana y la variante de BDNF, lo que aumenta la susceptibilidad; la dieta a menudo precede a la aparición de la anorexia, y su pico de incidencia es en la adolescencia.

Al final, hemos conseguido un modelo que replica casi fielmente los factores que provocan los comportamientos anoréxicos en los seres humanos“, concluye el autor del estudio Moneek Madra, PhD, también de CUMC.

Los investigadores están utilizando actualmente el nuevo modelo de ratón para investigar vías de señalización en el cerebro que puedan contribuir a un comportamiento anoréxico, y tienen la esperanza de encontrar dianas terapéuticas en un futuro próximo.
..Susana Calvo

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