La centralización de las urgencias en Valencia, desmantelando los Centros de Información y Coordinación de Urgencia (CICU), es una decisión tomada por la Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana que tiene a las plantillas preocupadas porque e profesionales sanitarios porque “supondrá llegar más tarde que ahora, con el riesgo para los pacientes y un coste en vidas humanas”, asegura un médico a El Confidencial Autonómico.
Por otro lado, también hay un contundente comunicado del sindicato UGT muestra la opinión de los profesionales: “
El problema es que el CICU de Alicante tiene 460 llamadas de media diariamente, por emergencias o urgencia médicas, el de Valencia alcanza las 690 y el de Castellón 150.
Además, desde UGT se asegura que “es una medida que claramente va en perjuicio de la atención médica de urgencias” porque gracias a la especialización de los CICUS provinciales explotan correctamente los recursos propios, concertados y privados disponibles, además de ser mucho más eficaces en la localización exacta de los lugares de la asistencia socio-sanitara requerida por la idiosincrasia de la región que coordinan.
“La calidad asistencial va unida a la proximidad geográfica, y las deficiencias actuales del 112 se multiplicarán”, e insisten que no es una cuestión sindical, aunque el cierre también significa que el personal de CICU que trabaja en las provincias de Castellón y Alicante sufrirá un “traslado forzoso al CICU autonómico centralizado en Valencia”. Para UGT no hay “ninguna justificación sanitaria, ni mejora en la calidad y eficacia de servicio”.
..Lola Granada
