El papel que están jugando las últimas tecnologías en el campo de la rehabilitación y la medicina física, donde el uso de exoesqueletos robotizados permitirá a muchos afectados por daño neurológico volver a caminar o mejorar su marcha, ha sido destacado por distintos expertos que se dieron cita en el marco del 54 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Rehabilitación y Médicina Física (SERMEF) que del 11 al 14 de mayo se ha celebrado en Málaga.
Y es que así lo destacó el jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Ángel Manuel Gil Agudo que, reconoce que a día de hoy, estas herramientas todavía no tienen un uso extendido, ya que ahora mismo son dispositivos de muy alto precio que “todavía no se ha demostrado con certeza su aplicabilidad clínica”, condición que resulta “fundamental para su implantación en los hospitales y centros sanitarios”, aunque, agrega que “si se comenzase a generalizar su uso, el coste de producción podría descender de manera notable”.
Las novedades en el ámbito de los exoesqueletos buscan conseguir que estos dispositivos adquieran madurez en parámetros cruciales para se puedan aplicar clínicamente, como es en la robustez, funcionamiento y prestaciones, además de tratar de que sean elementos cada vez menos robóticos y que obedezcan a órdenes emitidas por la persona, bien por la detección de comandos cerebrales o por la detección de actividad muscular residual que sirva para modular el funcionamiento de los dispositivos.
Al respecto se antoja fundamental el estudio de la biomecánica, una rama de las ciencias de la salud que tiene por objeto el estudio de las estructuras de carácter mécanico que existen en los seres vivos, fundamentalmente del cuerpo humano.
“Esta disciplina crea datos objetivos de cómo funciona una terapia y sirve para ajustar, prescribir y definir secuelas permanentes”, afirma Quim Chaler, miembro de la junta directiva de SERMEF, que admite que “todavía queda mucho trabajo por hacer”.
Por ello, ha hecho un llamamiento a los especialistas en la materia para que tengan conocimiento de todas las novedades que se están dando, se sientan involucrados y participen de manera plena en este paso, ya que “ahora corresponde a los clínicos concretar los casos que tengan una probada eficacia clínica”, concluye.
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