10 propuestas que deberán marcar la asistencia hospitalaria del futuro

Los hospitales son instituciones de gran prestigio social y poseen un gran potencial para el desarrollo comprometido con valores de bienestar y equidad en el acceso a la salud. Sin embargo, la organización y la infraestructura de los hospitales están diseñadas para tiempos pasados y no han cambiado lo suficiente para satisfacer las demandas actuales, potenciadas en parte por el envejecimiento de la población, la cronicidad y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). “El papel que los hospitales representan en el sistema sanitario está cambiando, debido a que la atención a los pacientes crónicos requiere de la labor completa del sistema y, por ello, los niveles asistenciales se están desdibujando”, explica Manuel Huerta, gerente de la Agencia Pública Empresarial Sanitaria Bajo Guadalquivir y presidente del 20 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria que, organizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud y la Asociación Nacional de Directivos de la Enfermería, que tendrá lugar en Sevilla en marzo de 2017.

Frente a esta situación, la Escuela Andaluza de Salud Pública y la Presidencia del 20 Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria han elaborado el estudio El futuro de los hospitales con el objetivo de analizar los aspectos más relevantes que caracterizarán y condicionarán el futuro de los hospitales y las variables que podrían mejorarlo en torno a diversos factores, como diseño y funcionalidad, la gobernanza y el liderazgo, el papel de los y las profesionales sanitarios/ as en la gestión de los hospitales, el papel de la ciudadanía y los pacientes, las mejoras de la eficiencia, el papel de las nuevas tecnologías, la continuidad asistencial y el papel del sector privado, entre otros.

En palabras de Joan Carles March, director de la Escuela Andaluza de Salud Pública, “el futuro de los hospitales estará basado en estructuras inteligentes, flexibles, conectadas y adaptables a las necesidades cambiantes de los pacientes, con parte del mismo fuera del hospital y con un pie en internet, que trabajará en red con atención a distintas complejidades, con un diseño que cuida el medio ambiente, adaptado a los procesos más frecuentes, que facilita el trabajo a los profesionales y da apoyo a los pacientes crónicos y al trabajo multidisciplinar, en función de la intensidad de cuidados que necesiten los pacientes”. Por supuesto, los expertos coinciden en que el hospital seguirá jugando un papel importante, “si bien tendrá que ir adquiriendo cada vez más un papel asistencial de continuidad de la Atención Primaria, con alta capacidad de diagnóstico y de indicación de tratamiento, reduciéndose el número de hospitales de alta complejidad”, explica Manuel Huerta.

De hecho, según apunta Joan Carles March, algunos estudios realizados en Canadá ponen de manifiesto que el 70% de la actividad que se hace actualmente en los hospitales puede hacerse en la comunidad, “por lo que aunque en España estas cifras sean inferiores, implica un papel central de Atención Primaria y un cambio real del papel del paciente”.

Además, en el futuro, los órganos de gobierno de los hospitales actuarán con transparencia, autonomía y de acuerdo a valores éticos, en el que participarán diferentes grupos de interés, en particular, la ciudadanía y los profesionales. También la profesionalización directiva y el liderazgo profesional comprometido junto a la participación serán básicos, junto con la gran relevancia los valores y la capacidad para generar confianza. Respecto a las urgencias, Joan Carles March explica que “necesitarán una atención especial en un contexto donde el hospital del futuro habrá de ser un foco de innovación, más allá de ser activo en investigación y docencia”.

El estudio, novedoso porque analiza el hospital y su entorno en su conjunto y propone actuaciones concretas que pueden mejorar el futuro, ha contado con la participación de un amplio grupo de personas con diferentes trayectorias profesionales, que responden a un perfil definido previamente como experto: formación y experiencia, capacidad de innovación demostrada, trabajos publicados relacionados con este tema, experiencia en diferentes áreas geográficas de España, etcétera. A este respecto, Manuel Huerta explica que el documento consta de dos partes: “Una primera en la que se realiza un análisis de situación, a modo de nota temática, y otra que es expresión del gran trabajo realizado por la EASP y que recoge la valoración de 68 expertos en la materia de toda España”.

El papel del paciente
La calidad de los servicios será una fuente de legitimación, con un papel que irá más allá del empoderamiento del paciente, con cambios en la práctica asistencial, en la organización de los hospitales y en el modelo de participación de la ciudadanía. “La continuidad y la decisión compartida, junto al papel de las tecnologías, colaborarán en la mejora de la atención y en un cambio en el papel de la ciudadanía. Habrá comunidades de pacientes y ayuda a los servicios y a otros pacientes por parte de pacientes”, explica el director de la EASP.

Este hecho, junto al reto que supone la atención a la cronicidad, conlleva la necesidad de dejar de pensar en un sistema de enfermedades y pensar en un sistema de salud y bienestar. Y es que, en un contexto de sociedad sobreenvejecida y con altísima prevalencia de cronicidad y multimorbilidad, el modelo de hospital de agudos que conocemos tiene que cambiar. En palabras de Joan Carles March, “ante la actual situación de los servicios sociales y de las infraestructuras sociosanitarias, estos temas se convertirán en una prioridad. Junto a ello, habrá que repensar el sistema actual de fragmentación entre el campo sanitario y el social para ir alumbrando un sistema de salud y bienestar que brinde una respuesta integral a las necesidades sociosanitarias de las personas sin obligar a navegar por un océano de ventanillas, despachos, instituciones y especialidades”.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están cambiando ya la forma de participar en su salud y en el sistema por parte de los pacientes y la atención que el sistema ofrece a los mismos. En el futuro, según se recoge en el estudio El Futuro de los Hospitales, las TIC cambiarán el modelo de atención, mejorarán los procesos, en particular, el de atención a crónicos, apoyarán el acceso a la información y la integración, ayudarán a conocer resultados de la atención, apoyarán a los profesionales a cambiar la práctica clínica y hacerla más segura, facilitarán la información al paciente y colaborarán en su atención a distancia. “En definitiva – concluye Joan Carles March- tendrán un papel fundamental en la activación del paciente y apoyarán la formación a profesionales, cuidadores y pacientes, siempre evaluadas en un proceso riguroso de análisis”.

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