Las bacterias intestinales pueden desempeñar un papel en el cáncer de las vías biliares

Un grupo internacional de investigadores ha encontrado una relación entre las bacterias intestinales en el conducto biliar y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de las vías biliares. El equipo espera que el hallazgo pueda conducir a terapias nuevas más específicas para esta enfermedad rara y agresiva.

El equipo, que incluye a investigadores de la Universidad de Khon Kaen en Tailandia y el Instituto del Genoma de Singapur, informa acerca del descubrimiento en la revista EBioMedicine.

Es un hecho bien consolidado que la enfermedad surge de las interacciones entre las células y el medio ambiente. Sin embargo, lo que se está convirtiendo cada vez más claro es que una cantidad significativa de esta interacción célula-medio ambiente se produce en el interior del cuerpo, donde las células interactúan con nuestro microbioma – los miles de millones de bacterias que viven dentro de nosotros.

Uno de los autores principales del estudio, el Dr. Niranjan Nagarajan, que dirige un grupo que desarrolla instrumentos estadísticos e informáticos para analizar el microbioma humano en el Instituto del Genoma de Singapur, comenta:”Hasta hace poco, nuestro entendimiento de las comunidades de bacterias que residen en nuestro cuerpo y su asociación con las enfermedades ha sido limitado“.

Mientras que su papel en el desarrollo de los cánceres de colon y gastrointestinales se entiende mejor ahora, no se puede decir lo mismo de la participación de las bacterias en el desarrollo del cáncer de las vías biliares, señalan los autores.

El cáncer de las vías biliares es más común con el parásito fasciola hepática
El cáncer de las vías biliares o colangiocarcinoma, es un cáncer que comienza en el conducto biliar, una serie de tubos delgados que transporta la bilis desde el hígado y la vesícula biliar al intestino delgado para ayudar a digerir las grasas de los alimentos.

El cáncer de las vías biliares no es común. En Estados Unidos, alrededor de 2.000-3.000 personas lo desarrollan cada año. El riesgo de desarrollar este cáncer está vinculado a la presencia de quistes e inflamaciones que bloquean el conducto biliar.

El cáncer es más común en el sudeste asiático debido a la infección por el parásito fasciola hepática – que causa la inflamación crónica de la vía biliar –, que es mucho más común.

Dado que los síntomas a menudo no se hacen presentes en las primeras etapas del cáncer de las vías biliares, la mayoría de las personas no son diagnosticadas con la enfermedad hasta que está avanzada, por lo que es mucho más difícil tratarla con éxito. Por tanto, el pronóstico de supervivencia a 5 años es mucho menos optimista que en otros tipos de cáncer, ya que está entre un 5% y un 30%, dependiendo del tipo de cáncer de conducto biliar.

Nuestro sistema digestivo es el hogar de miles de millones de microbios – conocidos colectivamente como microbioma intestinal – sin el cual no podrían digerir los alimentos, defenderse contra las enfermedades, e incluso enviar señales al cerebro que afectan al estado de ánimo y al comportamiento.

A medida que se aprende sobre el microbioma intestinal, se está descubriendo que los desequilibrios entre los tipos de bacterias están vinculados a un mayor riesgo de enfermedades del intestino, incluyendo el cáncer.

Los investigadores querían averiguar si esto podría ser así respecto a la vía biliar como lo es para otras partes del sistema digestivo.

Prueba clara del papel de las bacterias en el cáncer de las vías biliares
Para su estudio, el Dr. Nagarajan y sus colegas hicieron un perfil de los microbiomas de las vías biliares de tejido hepático canceroso a partir de las muestras de las personas infectadas por fasciola hepática y de personas no infectadas.

El equipo observó que, en comparación con el tejido sano, el tejido canceroso de la vía biliar de los pacientes infectados tenía diferentes proporciones de especies de bacterias, siendo los números más altos y más significativos los de una especie llamada Stenotrophomonas.

Además, en comparación con el tejido canceroso no infectado, el tejido del cáncer de las vías biliares de los infectados contenía bacterias intestinales cuyos resultados metabólicos (ácidos biliares y amoníaco) habían sido previamente vinculados a la formación de cáncer.

Los autores señalan que cuando observan en conjunto, los resultados muestran “cómo el único residente de las comunidades microbianas en el conducto biliar, las infecciones parasitarias y el microambiente del tejido pueden influir mutuamente, y contribuir al cáncer“.

Aunque la investigación está todavía en sus primeras etapas, el equipo cree que los hallazgos allanarán el camino a nuevas terapias para tratar el cáncer de las vías biliares, abordando el microbioma, que es más fácil de manipular que el genoma.

Las asociaciones detectadas en este estudio proporcionan una prueba clara del papel de las bacterias en el cáncer hepático, y esperamos que este descubrimiento acelere la búsqueda de una cura para el colangiocarcinoma“, concluyó el Dr. Niranjan Nagarajan.
..Susana Calvo

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