ASPE advierte del craso error que supone pretender “financiar la sanidad pública con la asistencia privada”

Un comunicado de ASPE denuncia el despropósito planteado en El País por el Consejero de Salud de Cataluña, Toni Comín en el que asegura que la asistencia privada puede financiar la sanidad pública.

Este es el comunicado completo:

La Alianza de la Sanidad Privada Española quiere manifestar su más absoluta disconformidad con las manifestaciones del Consejero Comín, de promover y alentar que se realice actividad sanitaria privada en centros sanitarios públicos, anunciando una Instrucción para el otoño, a través de la que, según reconoce el propio Consejero, pretende “regular los riesgos de equidad que genera”.

Comín, que en su día, cuando accedió a su cargo, aseguró que su principal intención era la de “desprivatizar” el SISCAT, afirmando que quería “garantizar que no se hace negocio privado con la atención sanitaria púbica”, hoy niega la mayor y afirma que no quiere “prohibir la actividad privada de los operadores púbicos porque es una fuente de financiación a la que no podemos renunciar … hay muchos proveedores públicos que cuadran el presupuesto gracias a esta actividad privada que hacen”.

Cristina Contel, Presidenta de ASPE promovió en mayo de 2014, como Presidenta también de ACES, una demanda judicial contra el modelo de Barnaclínic, S.A., como empresa privada del Hospital Clínico de Barcelona, que continúa realizando actividad sanitaria privada en sus instalaciones, sirviendo de espejo replicante al resto de Hospitales públicos del territorio catalán.

Ante las afirmaciones de Comín sobre el hecho de que “Barnaclínic, brazo privado del Hospital Clínic … no tiene nada que ver con privatizar, sino más bien con publificar porque saca del pastel privado a la privada y revierte en el hospital público”, Contel manifiesta que “existen muchos modelos de financiación de la sanidad pública, desde los clásicos Bismarck y Beveridge a los más modernos y de eficiencia y eficacia constatada como el modelo sanitario de los Países Bajos, pero el “modelo-experimento” que propone el Consejero Comín, ya está testado en Cataluña, donde sin alentar ni promover su implantación, como hace ahora, han ido sacrificando a los centros sanitarios privados del territorio”.

A modo de ejemplo, Contel pone el caso de Reus, “ciudad pionera y abanderada en la existencia de estas Clínicas privadas, donde han pasado de tener nueve Clínicas creadas a iniciativa de la sociedad civil a tener tan solo una en las últimas décadas”.

Y añade que “si para que la sanidad pública ‘pueda cuadrar sus cuentas’ debe sacrificarse al empresariado sanitario español, a los miles de profesionales y trabajadores que emplea directa e indirectamente el sector al que ASPE representa, así como al potencial de creación de riqueza que genera para el país con su proyección de sanidad excelente y de reconocido prestigio profesional a nivel mundial, invito al Consejero Comín a que eche cuentas de lo que supondría esta medida y de cómo Cataluña continúa, a pesar de llevar realizando de forma intensiva está práctica a lo largo de los últimos años y puesto el contador de financiación a cero en el año 2009, teniendo un déficit endémico de alrededor de los 1.000 millones de euros anuales, y ello realizando actividad sanitaria privada en hospitales y servicios sanitarios públicos, con aprovechamiento de recursos humanos y materiales púbicos”.

Para ASPE, posicionamientos cómo éste, deben denunciarse porque es precisamente a través de medidas como la liderada por el Consejero Comín con las que la sanidad pública crea ciudadanos de primera y de segunda, en una atención y estructura única cuyo espíritu responde a la prestación de una sanidad universal, gratuita y equitativa, en función de los recursos que cada ciudadano tiene.

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