Una firma farmacéutica asegura tener una solución oral, en etapa experimental, para atacar la diabetes tipo 2.
En concreto, la farmaceutica Oramed anuncia estar cerca de obtener una solución para el problema de esta patología que, se da cuando el cuerpo produce insulina pero no la suficiente o no puede aprovecharla adecuadamente.
Su tasa de prevalencia es mayor que la diabetes tipo 1, y es que llega a representar el 90% de los casos. La prevención de la diabetes tipo 2 es posible si se modifican los malos hábitos de vida, evitando el sedentarismo y el sobrepeso, e incorporando una actividad física saludable y regular.
Se trata de una insulina tipo oral que, según la jefa científica de Oramed, Miriam Kidron, ya se logró obtener resultados “estadísticamente significativos” en el aspecto clínico del estudio.
El resultado, anuncian desde Oramed, sorprenderá a muchos escépticos, que no creían que la insulina pudiera ser administrada oralmente, ya que dudaban que pudiera sobrevivir el “ataque” de los jugos digestivos para que tuviese el resultado intencionado.
Oramed utiliza una capa protectora y una dosis alta de insulina, la suficiente como para que la mayoría pudiera ser destruida y, aun así, entregar una cantidad clínicamente beneficiosa de la hormona. La atracción primordial de una píldora de insulina, aparte de evitar la inyección, es que llega más cerca al camino de la insulina natural, producida por el páncreas, entra a la corriente sanguínea, llegando directamente al hígado.
Oramed, por decirlo de alguna manera, “acorta” caminos, y es que va desde el intestino directamente al hígado, mientras la insulina inyectada atraviesa el cuerpo antes de que llegue al hígado. “Como inyección, va directamente a la sangre pero, oralmente, pasa al hígado, el órgano que regula la secreción de insulina en la sangre”, señala Nadav Kidron, director ejecutivo de Oramed. “Por eso es más saludable y una manera más fisiológica, tratar la diabetes a través de la insulina oral“, añade.
Se estima que la diabetes tipo 2, a nivel mundial, puede llegar a afectar a un 9% de la población. En España, más de 5,3 millones de personas la padecen, aunque el 43% de los afectados desconoce su situación. Afecta a cerca del 14% de la población adulta, porcentaje que aumenta hasta el 30% en el caso de las personas mayores de 70 años.
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