La SEPD dice que omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabreprazol y esomeprazol, inhibidores de la bomba de protones, son “seguros” si la dosis es adecuada

La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) ha asegurado que los inhibidores de la bomba de protones (IBP), como el omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, rabreprazol y esomeprazol, son “seguros” si la indicación, dosis y tratamiento son adecuados.

Y es que así se desprende del trabajo ‘Posicionamiento sobre Efectos Adversos de los IBP’, recientemente publicado por la SEPD en su Revista Española de Enfermedades Digestivas, en respuesta a las dudas y a la alarma surgida sobre esta clase de medicamentos, ya fuera entre profesionales o entre pacientes.

El uso adecuado de los IBP y la prevención de sus posibles efectos adversos fue objeto de debate entre los expertos que, reunidos en la Semana de las Enfermedades Digestivas (SED), y organizada por la SEPD, se celebró recientemente en Santiago de Compostela.

El consumo de IBP en España ha aumentado de forma considerable en los últimos años, y es que pasado de 21,8 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes en el año 2000, a 96,57 dosis diarias definidas por 1.000 habitantes en el año 2008.

Además, entre el año 2000 y el 2008 la prescripción de IBP aumentó un 200% y, entre 2004 y 2010 su consumo incrementó un 227%. No obstante, el coste para las arcas públicas aumentó solamente un 21,3%, suponiendo un coste total de alrededor de 626 millones de euros gracias al impacto de los genéricos.

De automedicarse, a pedir más información y abandonar el tratamiento de IBP
En los últimos años hemos pasado de una situación en que todo el mundo tomaba IBP y en la que hemos tenido incluso un problema de automedicación, a una situación inversa, en el que un número considerable de personas se acercan a las consultas de Atención Primaria demandando mayor nivel de información sobre IBP o de pacientes que estando correctamente tratados con IBP quieren abandonar el tratamiento por temor a sus consecuencias”, explica uno de los autores del documento, Cristóbal de la Coba.

Ante esta situación, la SEPD ha subrayado la importancia de realizar una revisión exhaustiva de la evidencia científica existente, y elaborar y publicar un documento de posicionamiento institucional valorando la seguridad de estos fármacos a largo plazo.

Desde la SEPD, creemos que se deben destinar esfuerzos a evitar la prescripción inadecuada, especialmente en las personas ancianas polimedicadas y las personas dadas de alta tras una estancia hospitalaria, y es fundamental informar a los pacientes de la duración adecuada de su tratamiento y de cómo evitar otros factores de riesgo asociados a estos efectos adversos”, afirma De la Coba.
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