Se han descubierto cambios en las bacterias intestinales de los pacientes con esclerosis múltiple

Hace tiempo que se sospecha una conexión entre las bacterias que viven en el intestino y los trastornos inmunológicos como la esclerosis múltiple pero, por primera vez, un grupo de investigadores ha detectado una clara evidencia de que hay ciertos cambios que los unen.

Los investigadores del Brigham and Women’s Hospital (BWH) han observado que las personas con esclerosis múltiple tienen patrones de microorganismos intestinales diferentes a los de sus homólogos sanos. Además, los pacientes que reciben tratamiento para la EM tienen patrones diferentes a los pacientes no tratados. Una nueva investigación apoya a estudios recientes que vinculan los trastornos inmunológicos al microbioma intestinal y puede tener implicaciones para la búsqueda de nuevas terapias para la EM.

Nuestros resultados plantean la posibilidad de que al afectar al microbioma intestinal, se podrían elaborar tratamientos para la EM – tratamientos que afecten el microbioma, y, a su vez, a la respuesta inmune“, dijo Howard L. Weiner, MD, director de Partners MS Center y co-director del Centro Ann Romney para la Enfermedad Neurológica en el Brigham AND Women’s Hospital. “Hay varias formas por las que el microbioma podría desempeñar un papel en la EM y esto plantea una visión sobre la enfermedad de una manera que nunca se ha considerado antes“.

Weiner y sus colegas llevaron a cabo investigaciones utilizando datos y muestras de sujetos que son parte del estudio CLIMB (Comprehensive Longitudinal Investigation of Multiple Sclerosis) del Brigham and Women’s Hospital. El equipo analizó muestras de heces de 60 pacientes con EM y de 43 sujetos de control, y realizaron la secuenciación de genes para detectar diferencias en las comunidades microbianas de los sujetos.

Las muestras de los pacientes con EM contenían niveles más altos de ciertas especies bacterianas – incluyendo Methanobrevibacter y Akkermansia – y niveles más bajos de otros – como Butyricimonas – cuando se compararon con muestras sanas. Otros estudios han encontrado que varios de estos microorganismos pueden conducir a la inflamación o están asociados con la autoinmunidad. Es importante destacar que el equipo también observó que los cambios microbianos en el intestino se correlacionaron con los cambios en la actividad de los genes que desempeñan un papel en el sistema inmunológico. El equipo también recogió muestras de aliento de los sujetos, y observaron que, como resultado del aumento de los niveles de Methanobrevibacter, los pacientes con EM tenían niveles más altos de metano en sus muestras de aliento.

Los investigadores también investigaron las comunidades microbianas del intestino de los pacientes con EM no tratados, y observaron que la terapia modificadora de la enfermedad pareció normalizar el microbioma intestinal de los pacientes con EM. Los investigadores señalan que se necesitan más estudios para determinar el papel exacto que estos microbios pueden estar jugando en la progresión de la enfermedad y si el hecho de modificar o no el microbioma puede ser útil para tratar la EM. Los investigadores planean continuar explorando la conexión entre el intestino y el sistema inmune en un grupo mayor de pacientes y hacer un seguimiento en el tiempo de los cambios para comprender mejor la progresión de la enfermedad y las intervenciones.

Este trabajo proporciona una perspectiva sobre la forma en que el intestino puede afectar al sistema inmunológico, que a su vez puede afectar el cerebro“, dijo Weiner, que también es profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de Harvard. “La caracterización de la microbiota intestinal de las personas con EM puede proporcionar nuevas oportunidades para diagnosticar la EM y llevarnos hacia nuevas intervenciones para ayudar a prevenir el desarrollo de la enfermedad en aquellas personas que están en riesgo“.
..Susana Calvo

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en