La motorización neurofisiológica intraoperatoria: más seguridad, menos secuelas en cirugías complejas

La monitorización neurofisiológica intraoperatoria (conocida por sus siglas MNIO) se está abriendo paso en la neurocirugía moderna. Según explica el Dr. Rafael García Sola, Neurocirujano y director de la Unidad de Cirugía RGS, su valiosa misión “es asistir al equipo quirúrgico en la toma de decisiones permitiendo disminuir la incidencia de daño neurológico permanente postoperatorio”.

La MNIO constituye una subespecialidad de la neurofisiologí¬a. De hecho, aunque son los neurofisiólogos quienes la deben llevar a cabo, el abanico de su aplicación en plena expansión está siendo existen asumida por anestesiólogos o neurocirujanos en algunos centros.

Porque, como adelanta el doctor García Sola, “nos permite mantener una constante vigilancia con el registro de la integridad funcional de diferentes estructuras del sistema nervioso central y periférico durante procedimientos quirúrgicos en los que existe un potencial riesgo de causar daño irreversible”.

Su introducción paulatina en los quirófanos ha permitido identificar precozmente el daño neurológico, facilitar la realización de cirugías de alto riesgo de lesión neurológica que en otras circunstancias no se llevarían a cabo y finalmente dar seguridad al cirujano y al paciente durante el procedimiento.

Ventajas
Esta novedosa técnica permite prevenir el daño definitivo de estructuras nerviosas, reconocer durante el procedimiento estructuras difícilmente identificables por otros métodos, definir la severidad del daño ocurrido, advertir que la estructura ha sido manipulada de tal forma que puede resultar en daño permanente, diferenciar correctamente un nervio del tejido circundante.

Aplicaciones
En la actualidad se aplica en intervenciones de Neurocirugía, como la resección de tumores cerebrales o medulares, Epilepsia, en Traumatología; Radiología intervencionista; Cirugía general u Otorrinolaringología.

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