La Justicia Europea sale al rescate de los profesionales maltratados

Decía Cicerón que “nada hay más injusto que buscar premio en la justicia”. Pero desde hace ya muchos años esta es la única vía que queda para dar respuesta a las demandas de los profesionales de la Sanidad, y más concretamente a sus Facultativos. Aunque me referiré fundamentalmente a lo que ocurre en Madrid, se puede hacer extensivo a todos los Servicios de Salud.

Desde sus orígenes, la relación laboral del personal sanitario ha sido claramente diferenciada de la del resto de empleados públicos. Funcionarios o laborales de la Administración tienen unas reglas de juego claras, conocidas y también respetadas. El personal sanitario aunque tiene algunos funcionarios y laborales, los menos, se rige por un modelo diferente, el de personal estatutario. Desde el año 2003, el Estatuto Marco es la referencia. Un Estatuto que fue criticado y rechazado en su momento y que ha generado muchos de los problemas que actualmente tiene nuestro Sistema Sanitario.

No es momento para entrar en el problema de la jornada complementaria, los descansos y otras “particularidades” de nuestra profesión. Si lo es para hablar sobre la precariedad que sufrimos y el origen de la misma. El Estatuto Marco, en su artículo 9.3 dice lo siguiente:

“El nombramiento de carácter eventual se expedirá en los siguientes supuestos:

  1. a) Cuando se trate de la prestación de servicios determinados de naturaleza temporal, coyuntural o extraordinaria.
  2. b) Cuando sea necesario para garantizar el funcionamiento permanente y continuado de los centros sanitarios.
  3. c) Para la prestación de servicios complementarios de una reducción de jornada ordinaria.

Se acordará el cese del personal estatutario eventual cuando se produzca la causa o venza el plazo que expresamente se determine en su nombramiento, así como cuando se supriman las funciones que en su día lo motivaron.

Si se realizaran más de dos nombramientos para la prestación de los mismos servicios por un período acumulado de 12 o más meses en un período de dos años, procederá el estudio de las causas que lo motivaron, para valorar, en su caso, si procede la creación de una plaza estructural en la plantilla del centro”.

Desde la entrada en vigor del Estatuto Marco, en el año 2003, ha pasado ya mucho tiempo y el personal contratado al amparo del citado artículo 9.3 se ha convertido ya en un clásico. Las Administraciones haciendo un más que evidente fraude de Ley, abusando de forma clara de esta “autorización”, han utilizado de forma sistemática el mismo para realizar contrataciones que deberían haber sido interinidades sobre plazas vacantes. ¿Alguien puede discutir que tras años de eventual la plaza ocupada es una plaza estructural, necesaria y que debería estar en la plantilla del centro? ¿Si no fuera así y por ello innecesaria la renovación año tras año se podría entender como malversación? Creo sinceramente que lo único cierto e incontestable es que la plaza ocupada con un contrato eventual es indiscutiblemente una plaza estructural y por ello su provisión debe hacerse por los mecanismos habituales: Interino y concurso público para su cobertura, bien por traslado, bien por oposición.

Durante estos años hemos convivido con esta situación de injusticia, y a mi modo de ver de maltrato al profesional, sin que las reclamaciones, demandas y exigencias de solución dieran resultados. El escudo protector del Estatuto Marco amparaba esta actitud de la Administración. En Madrid se firmaron en el año 2007 unos acuerdos que entre otras cosas contemplaba el final de esta situación, poniendo límites a los contratos eventuales. Pues bien, tanto este punto como otros muchos, siguen siendo incumplidos año tras año, y como respuesta de quién era anterior Director General de Recursos Humanos, “la Administración no incumple, pues tiene voluntad de cumplir”. Esto es un fiel reflejo de la realidad, una “realidad virtual” que nadie cree y que ellos mismos viven como algo normal. Tratar así a unos profesionales cualificados, abnegados, los más valorados por la sociedad, es la demostración palpable de su ineptitud, de su vida al margen de la realidad, de que viven en una burbuja.

A través de diferentes recursos la Justicia Europea ha puesto en evidencia que la Administración española está cometiendo abusos que no se pueden consentir. Se dictan sentencias que obligan a convertir en interinos a los eventuales. Pero a juicio de AMYTS, y bajo la dirección del letrado Javier Arauz de Robles, esto no es suficiente. Tras años de mantener esta situación, de no hacer interinos, de no convocar oposiciones y traslados regularmente, de impedir el acceso a las plazas de forma habitual, el abuso no se puede pagar solo con una condena que obligue a la realización de interinidades. Esto no es suficiente y se pide una sanción mayor. Creemos que los afectados deben considerarse a todos los efectos personal fijo, pero no “indefinido con fecha de caducidad” como es un interino. Personal fijo con los mismos derechos que los que han accedido por concurso-oposición, aunque estos deban tener un reconocimiento como mérito por este acceso a la hora de concursos de traslados, por ejemplo.

No esperemos a que la Justicia Europea diga que se haga lo que es evidente debe hacerse, y exijamos que las Administraciones Públicas asuman de forma inmediata lo que es justo. Profesionales bien formados, que ejercen satisfactoriamente sus funciones, que cada día demuestran que son necesarios, deben ser reconocidos y recompensados por tantos años de maltrato. Años sin cobrar trienios, que se han tenido que ganar mediante sentencias judiciales, años de no tener derecho a carrera profesional, de ser tratados como profesionales de segunda, de tener siempre el miedo a la no renovación del contrato, de ver como les negaban una hipoteca, cómo año tras año no se convocaban oposiciones, y en definitiva, de ver como el maltrato y discriminación se hacían crónicos, tienen que terminar y además hacerlo con justicia y reconocimiento a estos profesionales. No puede ni debe ser de otra forma. Lo merecen y se lo debemos.
..Dr. Julián Ezquerra Gadea. Secretario General de AMYTS

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