La cirugía logra salvar al 85% de los pacientes con cáncer diferenciado de tiroides

Aunque en los últimos años han aparecido un mayor número de cáncer de tiroides, se trata de un tumor poco frecuente cuya tasa de curación, con una buena cirugía, se sitúa entorno al 85%. “Se trata de unos tumores que suelen aparecen entre los 40 y 50 años, pero no es extraño ver algunos casos en niños y en personas mayores”, apunta el Dr. Alvaro Larrad Jiménez, de la Unidad Endocrinología Quirúrgica y Médica del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid, que participa en el XXXI Congreso Nacional de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), que se está celebrando en Madrid.

La incidencia de este tipo de tumores se sitúa entre el 1 y el 2 por ciento de todos los tumores y es ligeramente más frecuente en mujeres que en hombres. En palabras del cirujano, esta diferencia se puede explicar por la patología tiroidea previa que sufren algunas mujeres, “que se considera un factor de riesgo”.

Diagnóstico
En líneas generales, el diagnóstico se lleva a cabo con una ecografía, donde se delimita el tamaño de la lesión y se observa si existen ganglios afectados. Según el Dr. Larrad, es necesario que esta prueba la lleve a cabo un especialista experto, para poder caracterizar bien el tumor. Una vez determinado, se lleva a cabo una punción aspiración con aguja fina, más conocida como PAAF, para confirmar el diagnóstico.

Por su parte, el Dr. Antonio Sitges- Serra, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital del Mar, de Barcelona, recuerda que el diagnóstico del cáncer de tiroides papilar ha triplicado su prevalencia en los países occidentales: “este aumento se centra, especialmente, en tumores de menor tamaño, debido a que se han aumentado las exploraciones complementarias de garganta y cuello, tanto con ecografía, como con TC y PET”.

Detección casual
Todo esto ha permitido, según detalla del Dr. Sitges-Serra que se haya detectado un número importante de casos de cáncer de tiroides de forma casual. Hay que tener en cuenta que pese al incremento de tumores detectados no ha bajado la mortalidad porque ya de por sí es baja en este tipo de lesiones.

El tratamiento de elección en estos tumores es la cirugía y la cirugía realizada por manos expertas. Según datos de Estados Unidos, el 85% de las tiroidectomías se lleva a cabo por cirujanos no especializados, lo que repercute en la recuperación y en las posteriores cirugías, “ya que entre el 35 y el 40% pueden recidivar si no se lleva a cabo una buena exploración y extirpación ganglionar”.

Así, la cirugía logra una supervivencia de más del 85% de los pacientes, porcentaje que puede llegar a alcanzar el 100% en tumores de muy bajo riesgo. No obstante, el cirujano recuerda que los pacientes que han superado un tumor de tiroides deben someterse a revisiones periódicas, que irán variando en función de su evolución.

Cáncer “bueno”
Durante el congreso, la Dra. Rebecca S. Sippel, del Departamento de Cirugía de la Universidad de Wisconsin, presentará sus trabajos sobre cómo afecta el cáncer de tiroides a la calidad de vida de los pacientes que lo sufren. Según explica la especialista, el cáncer de tiroides se califica como cáncer “bueno”, por su buen pronóstico, su buen tratamiento y su baja mortalidad, pero esta percepción puede ser un arma de doble filo porque puede hacer que los pacientes no sean conscientes de qué manera la enfermedad afectará a su calidad de vida.

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