Facme también apuesta por la recertificación de los médicos como garantía de su capacitación profesional

La Federación Española de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME) ha celebrado esta semana pasada una reunión con sus sociedades miembro para debatir de manera conjunta sobre dos asuntos que, por su transversalidad, repercusión mediática, social e incluso económica atañen por igual a todos los profesionales sanitarios: la fiscalización eventual de la Formación Continuada, producto del código de Farmaindustria y el futuro código de Fenin con relación a las ayudas económicas bajo la denominación de transferencia de valor; y la recertificación médica, que de acuerdo a la normativa europea, va a ser una obligación en España antes de que finalice 2017.

Contabilizar fiscalmente estos pagos o transferencias de valor y aplicarles los correspondientes impuestos a los profesionales puede derivar en una desmotivación por la formación continuada, ya que tendrían que ser abonados por sus receptores -ha explicado Carlos Macaya, presidente de FACME-. La actualización del conocimiento es una obligación, no una opción, del médico, que tiene que repercutir en la calidad de la atención al paciente, que es el gran beneficiado de la colaboración entre la industria biomédica y las sociedades científicas”.

Si bien el Ministerio de Hacienda, a día de hoy, no carga fiscalmente las transferencias de valor en materia de formación a los profesionales sanitarios, esta situación podría cambiar en breve. Por este motivo, FACME, junto a la Organización Médica Colegial (OMC), Farmaindustria y Fenin quiere someter a ratificación una serie de acciones y recomendaciones que presentará al Ministerio de Sanidad cuando llegue este momento.

Los expertos asistentes a esta reunión -en la que participaron representantes de Farmaindustria y Fenin- han mostrado su apoyo a la transparencia de la industria a publicar los pagos al sector, pero creen que es necesario separar de manera clara ante la sociedad qué se destina a investigación, qué a promoción y qué a formación. Asimismo, consideran que la invitación directa de la industria a los médicos para asistir a congresos y reuniones científicas, catalogada como formación continuada, debería desvincularse gradualmente de la industria y transferirla a las sociedades para dar mayor grado de independencia, tanto al médico como al tipo de formación. Un marco ético más exigente y transparente debe conllevar asimismo un cambio en las relaciones industria-profesionales. Estas son las razones para apostar más por una relación industria-entidades científico-médicas frente a la tradicional industria-médico.

Recertificación: evaluación del desarrollo profesional continuo
La recertificación médica es un proceso periódico y necesario para renovar una credencial conseguida, que garantiza la cualificación para el ejercicio profesional, habitualmente atribuida a la renovación de las competencias específicas de una especialidad médica. Según se ha puesto de manifiesto durante la ponencia presidida por Arcadi Gual, catedrático de la Universidad de Barcelona, no se trata de “examinar” a los médicos sino de renovar sus competencias específicas que garantizan la cualificación para el ejercicio profesional, algo que entrará en vigor en 2017, según marca la Directiva Europea de Cualificaciones Profesionales.

Asimismo, se ha hecho hincapié en que la actualización de la credencial tiene como fin asegurar a la ciudadanía que los médicos en activo cumplen los requisitos o estándares establecidos por la profesión, pero además ofrecen al médico la garantía de que su actualización de competencias está contrastada según unos estándares definidos previamente por una instancia pública.

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