La tardanza de la justicia precipita el final de la vida del bebé Charlie Gard

Connie Yates y Chris Gard han asegurado que el tiempo de Charlie ha pasado y no seguirán luchando por la vida de su hijo. La sentencia de la justicia finalmente se cumplirá y el bebé de 11 meses será desconectado de la máquina que le permite respirar, que le sostiene con un hilo de vida.

Los informes de los médicos londinenses del hospital Great Ormond Street han sido determinantes para que los padres se hayan retirado de la lucha, los daños por la rara enfermedad mitocondrial que afecta al niño son irreversibles y ya no se puede hacer nada por él, dicen.

La última opción de acceder a un tratamiento experimental con el Dr. Hirano en Nueva York se ha desvanecido. La lentitud de la justicia ha hecho que, tras la reunión del médico con el equipo que le ha tratado en Londres, la conclusión sea unánime por parte de todos porque ese 10% de posibilidades que ofrecía Hirano se ha desvanecido por el paso del tiempo.

El abogado de la familia, Grant Armstron, indicó que “para Charlie es demasiado tarde. Su tiempo se ha agotado. El daño muscular es irreversible y el tratamiento ya no tendrá éxito“.

Charlie nació aparentemente sano, pero al mes los padres descubrieron que no crecía como los otros bebés. El problema de este niño que que había heredado un fallo en el gen RRM2B, una rara enfermedad mitocondrial, con solo 16 casos en el mundo, que lo fue debilitando hasta inmovilizarlo por completo. La dolencia afecta a las células responsables de ofrecer energía al cuerpo. El niño, inmóvil, no ve, ni oye, traga o llora. Respira con ayuda de un ventilador mecánico y es alimentado por sonda.

Fue el pasado 11 de abril cuando el juez Francis estableció que Charlie debería pasar a la otra vida, ser desconectado del ventilador y recibir “una muerte digna”. Los padres no se doblegaron y fueron haciendo un recurso tras otro, siempre con resultados negativos, el 8 de junio perdieron en el Tribunal Supremo británico y el 27 de junio en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El 3 de julio tanto el Papa Francisco como Donald Trump abogaron por él, dando un vuelco al caso, que finalmente no ha tenido un final deseado por todos, especialmente por los padres.

El tiempo perdido litigio tras litigio ha impedido poder tratar antes al pequeño paciente y no llegará a cumplir su primer año el 4 de agosto como era de esperar.

El caso de Charlie Gard ha dado la vuelta al mundo por la infatigable pelea de los padres que no se han dejado amedrentar por la presión social, ganándose el afecto de la mayoría. Los 1,3 millones de libras recaudadas a través de donativos podrían destinarse a la creación de una fundación que ayude a seguir con las causas de otros niños en situaciones similares.

Abogado entusiasta de la eutanasia

Uno de los grandes escándalos del caso de Charlie Gard ha sido que el tribunal inglés que ha estudiado el caso designó a Victoria Butler-Cole como abogada para representar el interés del pequeño.

Esta “abogada independiente”, sin embargo, es una entusiasta de la eutanasia y activa activista a favor de matar a los enfermos terminales. Butler-Cole es la presidenta de Compassion in Dying, una organización pantalla del lobby pro-eutanasia Dignity in Dying, antiguamente llamada Sociedad de Eutanasia Voluntaria.

Fue el Daily Telegraph el que destapó que el asombro de la familia porque se les asignara como abogada para actuar en interés de Charlie a una activista pro eutanasia.
..Lola Granada

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