Efectos directos de las Enfermedades No Transmisibles

Las enfermedades no transmisibles (ENT) son la causa del fallecimiento de 38 millones de personas cada año en todo el mundo, de estos fallecimientos, 16 millones se suelen producir en personas menores de 70 años de edad; ocurriendo el 82% de estas muertes “prematuras”» en países de ingresos bajos y medianos, siendo las cardiovasculares les que se llevan el mayor porcentaje, unos 17,5 millones seguidas del cáncer (8,2 millones), las enfermedades respiratorias (4 millones), y la diabetes (1,5 millones).

Estos cuatro grupos de enfermedades son responsables de alrededor del 82% de las muertes, El consumo de tabaco, la inactividad física, el abuso del alcohol y las dietas malsanas aumentan el riesgo de muerte a causa de una de las ENT. Las ENT afectan en la actualidad desproporcionadamente a los países de ingresos bajos y medios, donde se suelen producir casi el 75% de las mismas

Personas más vulnerables
Las ENT afectan a todos los grupos de edad y a todas las regiones. Estas enfermedades se suelen asociar a los grupos de edad más avanzada, pero la evidencia muestra que más de 16 millones de las muertes atribuidas a las enfermedades no transmisibles se producen también en personas menores de 70 años de edad; los niños y los ancianos son igualmente más vulnerables a estos factores de riesgo que favorecen las enfermedades no transmisibles así como las dietas malsanas, la inactividad física, la exposición al humo del tabaco o el abuso del alcohol. Estas enfermedades favorecen factores como el envejecimiento.

Una urbanización rápida y no planificada, y la mundialización de ciertos modos de vida poco saludables. Por ejemplo, las dietas malsanas, que pueden manifestarse en forma de tensión arterial elevada, aumento de la glucosa sanguínea, hiperlipidemia, y obesidad, son los llamados “factores de riesgo intermedios” que pueden dar lugar a una dolencia cardiovascular u otra variedad incluida en el grupo general de las ENT

Factores de riesgo modificables
El consumo de tabaco, la inactividad física, las dietas malsanas y el abuso del alcohol aumentan el riesgo de las ENT.
El tabaco se cobra casi 6 millones de vidas al año (tanto por el propio hecho de fumar como por la exposición al humo ajeno). Se prevé que esa cifra habrá aumentado hasta 8 millones en 2030.
Aproximadamente 3,2 millones de defunciones anuales pueden atribuirse a una actividad física insuficiente
Más de la mitad de los 3,3 millones de muertes anuales por abuso del alcohol se deben también a ENT.
1,7 millones de muertes en 2010 se debieron a causas cardiovasculares, así como a la ingesta excesiva de sal.

Factores de riesgo metabólico/fisiológicos
Esos comportamientos propician cuatro cambios metabólicos/fisiológicos clave que aumentan el riesgo de ENT: hipertensión arterial, sobrepeso/obesidad, hiperglucemia e hiperlipidemia
En términos de muertes atribuibles, el principal factor de riesgo metabólico de ENT a nivel mundial es el aumento de la presión arterial (a la que se atribuyen el 18% de las defunciones a nivel mundial (, seguida por el sobrepeso, la obesidad y el aumento de la glucosa sanguínea. En los países de ingresos bajos y medios se está observando un rápido incremento del número de niños con sobrepeso.

Impacto socioeconómico
Las ENT amenazan los progresos hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio elaborados por las Naciones Unidas. La pobreza está estrechamente relacionada con las ENT. Se prevé que el rápido aumento de estas circunstancias sociales será un obstáculo para las iniciativas de reducción de la pobreza en los países de ingresos bajos, en particular porque dispararán los gastos familiares por atención sanitaria. Las personas vulnerables y socialmente desfavorecidas enferman más y mueren antes que las de mayor posición social, sobre todo porque corren un mayor riesgo de exposición a productos nocivos, como el tabaco o alimentos poco saludables, y tienen un acceso limitado a los servicios de salud.

En los entornos con pocos recursos, los costes de la atención sanitaria para las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y las enfermedades pulmonares crónicas pueden agotar rápidamente los recursos de las familias y abocarlas a la pobreza. Los costos desorbitados de las ENT y en particular el a menudo prolongado y oneroso tratamiento y la desaparición del sostén de la familia, están haciendo crecer esta pobreza en unos millones de personas al año, provocando con ello el ralentizamiento de su curación.

En muchos países, el uso nocivo del alcohol y el consumo de alimentos malsanos se dan tanto en los grupos de ingresos altos como en los de ingresos bajos. Sin embargo, los primeros pueden acceder a ciertos servicios y productos que los protejan de los riesgos más importantes, mientras que los grupos de ingresos bajos no suelen poder permitirse el acceso a esos productos y servicios.

Prevención y control de las ENT
A fin de reducir el impacto de las ENT en los individuos y la sociedad, hay que aplicar un enfoque integral que fuerce a todos los sectores, incluidos entre otros relacionados con la salud, las finanzas, los asuntos exteriores, la educación, la agricultura y la planificación, a colaborar para reducir los riesgos asociados a ellas, así como a promover las intervenciones que permitan prevenirlas y controlarlas.

Una política importante para favorecer su reducción consiste en evitar los factores de riesgo asociados a las mismas. Hay soluciones de bajo costo para reducir esos factores de riesgo modificables más comunes (principalmente el consumo de tabaco, las dietas malsanas, la inactividad física, y el uso nocivo del alcohol) así como para condensar la epidemia de ENT y sus factores de riesgo.

Otra opción para combatirlas para por favorecer intervenciones esenciales de alto impacto que pueden aplicarse mediante un enfoque de atención primaria que refuerce la detección precoz y el tratamiento anticipado. La evidencia muestra que este tipo de acciones son una adecuada inversión económica, dado que, si se instauran prematuramente, pueden reducir la necesidad de tratamientos posteriores más caros. Estas medidas pueden aplicarse además en contextos con diferentes niveles de recursos. Para conseguir el máximo efecto hay que formular políticas públicas saludables que promuevan la prevención y el control de las ENT, y reorientar los sistemas de salud para que puedan cubrir las necesidades de las personas que sufren esas enfermedades.

Los países con ingresos bajos suelen tener una baja capacidad de prevención y control de las enfermedades no transmisibles. En los países de ingresos altos la probabilidad de atender mejor los servicios de ENT cubiertos por un seguro de salud es casi cuatro veces mayor que en los países de ingresos bajos. Los que tengan una cobertura insuficiente de seguros de enfermedad, difícilmente podrán ofrecer ese acceso universal a intervenciones esenciales contra las ENT.

Respuesta de la OMS
Bajo la dirección de la OMS más de 190 países refrendaron en 2011 mecanismos mundiales para reducir la carga evitable de las ENT con el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las ENT 2013-2020, que tiene por objeto reducir el número de muertes prematuras por ENT en un 25% a más tardar en 2025 mediante la aplicación de nueve metas mundiales de realización voluntaria. Metas que tratan la cuestión en parte al abordar factores como el consumo de tabaco, el uso nocivo del alcohol, las dietas malsanas y la inactividad física, que, como reiteradamente se ha comentado, incrementan el riesgo de contraerlas

Para cumplir las nueve metas mundiales de aplicación voluntaria que la OMS ha diseñado, el plan presenta un conjunto de intervenciones eficaces por su bajo costo o «buenas inversiones» de gran efectividad, como la prohibición de todas las formas de publicidad de tabaco y el alcohol, la sustitución de las grasas nocivas por las polinsaturadas o el tratamiento del cáncer del cuello del útero a través del tamizaje.

En 2015, los países deberían haber empezado ya a establecer metas nacionales y a cuantificar los progresos logrados con respecto a los valores de referencia de 2010 recogidos en el Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2014. La Asamblea General de las Naciones Unidas celebrará en 2018 una tercera reunión de alto nivel sobre las ENT para hacer balance de los progresos de los países en el logro de las metas de aplicación voluntaria a más tardar en 2025.
..Lola Granada

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