El mayor gasto en la sanidad de Estados Unidos no se traduce en mejor salud de los pacientes

¿Qué pacientes están más satisfechos con su sistema sanitario?, ¿en qué países se tarda más en poder ver al médico?, ¿existen suficientes pediatras en Atención Primaria? Hay algunos de los parámetros que determinan las diferencias entre la atención sanitaria en Europa y la que se aplica en un Estados Unidos, probablemente la más cara del mundo.

Modelo Beveridge vs modelo Bismark
Los dos modelos sanitarios son los modelos Beveridge y Bismark. Los primeros están controlados directamente por el gobierno y los segundos se organizan en torno a una especie de mutuas (no gubernamentales) de carácter obligatorio. Los recursos salen de los presupuestos estatales o en cuotas pagadas por empresarios y trabajadores directamente a las entidades encargadas de su gestión.

Si cualquier ciudadano del mundo, por razones turísticas o profesionales tiene que ser atendido en un modelo distinto al suyo, le interesa conocer lo mejor posible lo que puede costarle acercarse a cualquier institución hospitalaria para ser atendido y, sobre todo, llevar abierto y bien nutrido el bolsillo económico de su cartera.

Puede pasarse más tiempo revisando los precios que al propio paciente

En Estados Unidos una simple visita a Urgencias para vigilar el proceso de un inocente esguince de tobillo o una fractura leve, puede costar 1.000 dólares. Una inoportuna operación de apéndice le representará un coste mínimo de 15.000. La razón es muy sencilla, mientras que en España, la estancia de un día en el hospital está en torno a los 400 dólares, en Estados Unidos este servicio supera con creces los 5.000. Si por la realización de una resonancia magnética en España se factura poco más de 100 dólares, en el de Donald Trump pasa con creces los 1.100 dólares. Un parto normal, sin ningún tipo de complicación se acerca mucho a los 16.000 dólares, frente a los 2.000 de España u otro país de la OCDE. Una sustitución de cadera se mueve entre las cifras de más de 29.000 dólares y los 6.700 de cualquier país de la OCDE.

Una residente de dermatología española aseguraba, haciendo una rotación en Estados Unidos, que pasaba más tiempo mirando y explicando las tarifas que atendiendo al paciente.

El gasto sanitario anual en Estados Unidos supera los 3,35 billones de dólares

Son cifras que contribuyen a que el gasto sanitario anual en EE.UU sobrepase los 3.35 billones de dólares y que el importe medio anual por persona ascienda a 10.350 dólares, que representa un porcentaje del 17,8% de su PIB y que un 27% del presupuesto de los impuestos federales se destine a atender los gastos que genera la sanidad, a pesar de que solo el 90% de su población es el que puede disfrutar de una determinada cobertura sanitaria.

Este es el motivo por el que Obama trabajó con ahínco para que ésta se extendiera al resto de la población. Sin embargo el proyecto fue rechazado porque los republican no querían costear la sanidad a los numerosos ciudadanos sin recursos, enclavados también en dos conocidos grupos; el conocido de los Medicaid, así como el de los Medicare o personas jubiladas.

En Estados Unidos, según Elisabeth Rosenthal, la sanidad está orientada a la obtención de beneficios

¿Razones? Según la escritora Elisabeth Rosenthal, autora del conocido informe Una enfermedad americana en el que aborda con crudeza estas duras cuestiones como una realidad que, según ella, se debe a que en su país, gran parte de la actividad relacionada con la salud está enfocada, fundamentalmente, a la obtención de beneficios económicos para cuantos, de una u otra forma, en ella intervienen y no a velar preferentemente por la salud de los pacientes.

La industria farmacéutica, de igual forma, camina por el mismo sendero dado que su preferencia está enfocada a desarrollar los específicos que pueden proporcionar mejores resultados comerciales para sus empresas y no a dedicar la suficiente atención a investigar y promocionar aquellos otros que pueden prevenir y favorecer la salud, a lo que se une el hecho de los altos honorarios que perciben los profesionales de la medicina.

Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, Estados Unidos sigue siendo el país donde más investigación se desarrolla.

¿Es más cara y excluyente la sanidad en EEUU respecto a la de otros países de la OCDE?
Estados Unidos es el país con un mayor coste sanitario sobre el PIB. Según el último informe de la OCDE el coste sanitario en 2013 en EEUU ascendió al 17,7% del PIB, casi el doble de lo que representa el coste sanitario de media de los países de la OCDE, 9,3%, e incluso muy por encima del segundo y tercer clasificado: Países Bajos y Francia con el 11,9% y el 11,6% respectivamente de su gasto sanitario sobre el PIB. Cuando se habla de gasto sanitario nos referimos a gasto sanitario agregado (tanto público como privado) sobre el PIB de un país.

La esperanza de vida en EEUU ha caído al puesto 35 del ranking mundial

El enorme gasto sanitario en EEUU podría tener una sencilla explicación. El nivel de su medicina es muy superior a la del resto de países, circunstancia que conlleva un coste extra que debería redundar en una mejor salud para sus ciudadanos. Sin embargo , comparando los datos de esperanza de vida facilitados por la OMS se puede observar claramente que la esperanza de vida en EEUU no es precisamente de las más altas del mundo. De hecho ocupa la posición 35, por debajo de España, que ocupa la posición 13, o de Grecia, posición 25, justo por encima de Cuba.

Parece que el alto coste de la sanidad en EEUU no marca la diferencia en cuanto a la esperanza media de vida de sus ciudadanos aunque, teóricamente, sea la más avanzada del mundo. Obviamente la esperanza de vida puede que sea un indicador demasiado generalista para medir la calidad de una sanidad, pero no el más significativo.
..Lola Granada

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