Algo tan sencillo como hacer que los niños beban agua en el almuerzo escolar podría ayudar a controlar su peso y a ahorrar miles de millones de dólares a Estados Unidos en gastos relacionados con la obesidad, y es que así se desprende de un reciente estudio realizado por la Universidad de Illinois.
Los investigadores calcularon los efectos de implementar a nivel nacional un programa llevado a cabo en 1.200 escuelas de la ciudad de Nueva York entre 2009 y 2013.
Instalar fuentes de agua en las cafeterías de las escuelas hizo que los niños bebieran el triple de agua durante el almuerzo. Este hecho estuvo relacionado con una reducción pequeña, pero significativa con el riesgo de tener sobrepeso un año después.
“El perfil de nutrición no cambia mucho cuando las personas aumentan su consumo de agua, pero observamos una reducción significativa en su ingesta de grasa saturada y azúcar”, explica el autor del estudio, Ruopeng An, profesor de kinesiología y salud comunitaria en la Universidad de Illinois.
Los investigadores de la Universidad de Illinois consideran que sí se hiciera lo mismo a nivel nacional, se podría evitar que más de medio millón de niños llegaran a tener problemas sobrepeso u obesidad. En concreto, el gasto de ampliar el programa a todas las escuelas públicas y privadas de Estados Unidos sería bajo: unos 18 dólares por estudiante; eso ahorraría a la sociedad 174 dólares en gastos médicos e indirectos. ¿Cuáles serían los gastos totales? 13.000 millones de dólares, estiman.
Todas estas cifras, dan una enorme relevancia al estudio, y es que An afirma que estos ahorros, podrían compararse con otras estrategias a gran escala para evitar la obesidad, como por ejemplo los impuestos en las bebidas endulzadas con azúcar.
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