La calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca es como la de los diabéticos y dializados

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La afectación de la calidad de vida en los pacientes con insuficiencia cardiaca es peor que la de otras enfermedades crónicas, como la diabetes o la bronquitis crónica, y se sitúa en niveles de los pacientes sometidos a diálisis por insuficiencia renal.

Según el Dr. Vicente Palomo, miembro del Grupo de Cardiovascular de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la percepción de la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca, que ascienden a 1,2 millones en nuestro país, está notablemente afectada por distintos motivos.

Su condición física queda minada por la disnea, fatigabilidad, la pérdida de masa muscular, por la progresiva falta de autonomía y por ingresos hospitalarios recurrentes

Entre ellos, Palomo enumera la condición física, que queda minada por síntomas y signos como la disnea, fatigabilidad, la pérdida de masa muscular, por limitaciones en la dieta o por dificultades para realizar el trabajo habitual o mantener relaciones sexuales.

Es un síndrome clínico que afecta a 1,2 millones de pacientes en nuestro país y que supone el 3,8% del gasto sanitario

Así mismo, este tipo de pacientes -que representan el 3,8% del gasto sanitario- puede ver mermada su calidad de vida por la progresiva falta de autonomía, por los efectos secundarios de los medicamentos, por ingresos hospitalarios recurrentes, así como por síntomas depresivos.

La insuficiencia cardiaca y su abordaje desde el primer nivel asistencial ha sido uno de los temas tratados dentro de la II Jornada Cardiovascular que la SEMG celebrado en Málaga en colaboración de la Sección de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). En este encuentro científico se han dado cita médicos de familia de toda España interesados en realizar una actualización en patología cardiovascular.

El Dr. Vicente Palomo, ponente de la jornada, ha informado de que la insuficiencia cardiaca es una enfermedad mucho más frecuente en ancianos, con una incidencia del 17% en mayores de 75 años frente a 3,1% en menores de 65 años. Es por ello que el envejecimiento progresivo de nuestra población “provocará un incremento del número de pacientes con esta enfermedad”, advierte.

La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico caracterizado por síntomas típicos como dificultad para respirar, hinchazón de los tobillos y fatiga, que puede acompañarse de signos (elevación de la presión venosa yugular, estertores pulmonares y edema periférico). Está causada por una anomalía cardíaca estructural y/o funcional, lo que resulta en un gasto cardiaco reducido y/o presiones intracardiacas elevadas en reposo o durante el estrés.

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