Publicado en El Español Michael Brady tiene 65 años y un cáncer de pulmón. A pesar de eso, es un hombre afortunado, porque su patología fue detectada en un estadio uno, cuando tenía “el tamaño de un guisante”, según le dijeron los médicos en el The Christie NHS Foundation Trust, un hospital público de Manchester. Ese diagnóstico precoz es muy raro en este tipo de cáncer: carente de síntomas externos, se localiza en estados avanzados en el 80% de los casos, según le recordaron en el centro sanitario. Aunque fue ahí donde le dieron la noticia, a Brady le encontraron su tumor en el sitio más inesperado: un camión aparcado en el parking de su supermercado habitual.