En el año 2008 se publicó por vez primera una elevada tasa de diabetes de nuevo comienzo en los pacientes tratados con estatinas (rosuvastatina), después de 1,9 años de media de seguimiento. Específicamente se incrementaba el riesgo, con respecto a controles, en un 25%. Todo ello sin menoscabo del notable y significativo beneficio por la reducción del riesgo de infarto, ictus y muerte por cualquier causa.
Parece que el efecto diabetogénico puede ser dependiente de la estatina y también de la dosis empleada. En un estudio retrospectivo incluyendo una cohorte de más de un millón de pacientes tratados con estatinas (rosuvastatina, atorvastatina y simvastatina), el riesgo de padecer diabetes alcanzó un 18%, y tanto la dosis como la duración del tratamiento eran determinantes.
..Dr. Jesús Millán Nuñez-Cortés. Director médico-científico de Medicina Interna
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