La comunicación correcta es una asignatura pendiente entre los médicos especialistas y Atención Primaria para evitar un sufrimiento innecesario a los pacientes. Así lo ha manifestado la Dra. Ranjana Srivastava, especialista en Oncología.
Estamos en una época donde los pacientes tienen capacidad de manifestar su opinión a través de varios cauces, y así lo hacen para defender sus creencias, leer situaciones y demandar sus derechos. Pero, ¿qué sucede con aquellos que son más vulnerables y no disponen de esa voz para expresarse en nombre propio? La Dra. Ranjana Srivastava, en permanente contacto con enfermos oncológivos y sus particulares historias, narra el caso de uno de ellos quien, además de tener que desplazarse en silla de ruedas, sufre una discapacidad intelectual que le impide mantener una conversación con ella.
Es en este punto en el que introduce el concepto de responsabilidad moral, pues para atender su caso contempla la opción de no administrarle una quimioterapia que le resultaría tóxica sin un beneficio comprobado, y permitirle gozar de algunos años de buena salud sin exponerse a dicho tratamiento.
Los pacientes valoran mucho las explicaciones de sus profesionales médicos
En definitiva, los pacientes valoran las explicaciones de sus profesionales médicos, sobre todo cuando, por sus condiciones, se encuentran indefensos para expresarse como la situación lo requeriría. En este caso, finalmente la Dra. Srivastava se pone en contacto telefónico directo con su médico de familia para consensuar criterios. Esta acción tiene un valor incalculable para el paciente y sus familiares y crea una sintonía muy apropiada para todos los implicados en el proceso de la enfermedad.
En atención hospitalaria, el reto es conseguir que el paciente no sea el máximo responsable de transmitirse detalles complicados sobre su enfermedad a su médico de familia.
El médico de familia tiene una contribución valiosísima ante las decisiones y consultas del especialista
La misma Dra. Srivastava manifiesta que el médico de familia juega un papel trascendental en la toma de decisiones compartida con un especialista sobre el paciente. Y, sin embargo, no es algo habitual, sino que se produce de manera aislada. Tiene especial importancia para hacer frente a las situaciones de los pacientes con enfermedades crónicas y complejas que precisan un tratamiento de por vida. La atención fragmentada, sin duda, no es la solución. Generalmente, el médico de primaria ha jugado el papel de “coordinador”. De ahí que sea preciso fomentar una correcta comunicación con ellos, sin retrasos y con un enorme respeto por el papel que desempeñan.
Algunos estudios demuestran esta falta de efectividad en la comunicación entre especialistas y médicos de atención familia, y ambos vierten opiniones enfrentadas cuando se les pregunta al respecto.
¿Cómo funciona la comunicación en atención hospitalaria?
La comunicación en el marco de la atención hospitalaria tiene muchas barreras que superar para no caer en el vacío y que repercuta sobre el propio paciente toda la responsabilidad de contar los detalles complicados sobre su enfermedad a su médico de familia.
También es preciso desmitificar la creencia de que el hospital es el lugar donde se presta la atención más importante y dejar en un segundo plano al médico de familia. Es preciso promover el papel del médico de familia como apoyo al paciente y que este hecho repercuta en su beneficio.
Si bien la Atención Primaria constituye la columna vertebral de los sistemas de salud, el camino a seguir en beneficio de los pacientes es el respeto mutuo entre ellos y los especialistas, y que ambos segmentos tomen conciencia de la necesidad de entablar una comunicación correcta para que las deficiencias en la misma no se traduzcan en sufrimiento para el paciente. “Toda la sociedad se beneficia cuando los médicos se comunican entre sí”, concluye la Dra. Srivastava.
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