Los pacientes se quejan de que el Consentimiento Informado protege al médico pero no informa bien

Carlos León, director Jurídico de DS Legal Group; Begoña Barragán, paciente de cáncer, presidenta de GEPAC y secretaria de la Fundación Humans; y el Dr. Frederic Llordachs, médico y cofundador de Doctoralia, fueron los protagonistas del coloquio El valor del Consentimiento Informado digital, un tema en el que pacientes, médicos y juristas siguen trabajando para mejorar una herramienta que todavía necesita mejorar. “Es un campo que nos afecta a los médicos, que afecta a los pacientes y que afecta a todo el entorno sanitario, por lo que es muy interesante que mantengamos esta especie de combate de fondo que esperemos no sea tal”, afirmó el Dr. Llodrachs, moderador del debate.

 

El Consentimiento Informado siempre es verbal
La primera cuestión que se abordó fue el significado del Consentimiento Informado Digital y sus diferencias con respecto al Consentimiento Informado normal. Para Carlos León “básicamente, el Consentimiento Informado es la información que se le traslada al paciente en cualquier tipo de acto sanitario y, por lo tanto, el paciente, una vez que se le ha dado la información, va a aceptar la intervención. Ese Consentimiento Informado siempre va a ser verbal, es decir, es el profesional sanitario quien, una vez establecida esa relación médico-paciente con los diferentes pacientes, va a explicar el tratamiento y, finalmente, va a realizar ese Consentimiento Informado”.

El abogado explicó que, efectivamente, el Consentimiento Informado debe ser siempre verbal y no es “el papelito”, sino que es el médico o el profesional sanitario quien le debe contar al paciente las consecuencias del mismo. “El Consentimiento Informado escrito es tener una prueba de que realmente al paciente se le dio esa información verbal”, matizó León.

Hay abogados que utilizado el Consentimiento Informado para obtener unas indeminzaciones ilícitas

En lo que respecta a la parte digital, el abogado de DS Legal Group explicó que se trata de aplicar la tecnología a una herramienta legaltech, en la que se ha estado trabajando en estos 10 años, al darse cuenta de que el manejo del papel físico ha generado numerosos problemas, tanto a nivel del paciente como del médico. “Eso ha hecho que se haya judicializado una cuestión que creemos que no se debería judicializar, porque los médicos están para sanar a los pacientes, y los pacientes entendemos que cuando reclamamos, realmente es porque no estamos informados”, explicó León. “Es cierto que consideramos que hay abogados que han utilizado esas ineficiencias en el consentimiento para conseguir unas indemnizaciones que son arbitrarias o ilícitas, desde nuestro punto de vista”, sentenció.

 

El Consentimiento Informado no siempre es tal
El paciente, representado por Begoña Barragán, afirma que: “No vamos a ir al digital pero, si nos quedamos en el Consentimiento Informado, no siempre es un Consentimiento Informado, porque no siempre los médicos explican en qué va consistir, qué riesgos hay y, muchas veces, es una descarga de responsabilidad del médico, que te pone: firma aquí el consentimiento y nada más”. “Son muchas las ocasiones y a mí personalmente me ha ocurrido también”, añadió Barragán. “Creo que sí que tendría que ser obligatorio que siempre existiese esa información, explicada por los profesionales sanitarios, y luego la firma, de acuerdo, hay que firmar, porque legalmente tienen que estar protegidos y tiene que estar esta información. Pero, en muchas ocasiones y para cosas muy serias, no se informa bien a los pacientes”, afirmó.

Si nuestros médicos hacen una medicina defensiva, van a hacer peor medicina de la que podrían realmente realizar”

En lo que respecta a su obligatoriedad, Carlos León afirmó que éste lo es conforme a la ley 41/ 2002 de derechos de información del paciente. “Es obligatorio sobre todo en aquellos tratamientos que sean invasivos o que puedan generar algún tipo de daño en el paciente”, matizó. Y añadió que, llevado al extremo como se hace a veces, puede generar problemas: “Si nuestros médicos hacen una medicina defensiva, van a hacer peor medicina de la que podrían realmente realizar”.

Para el Dr. Frederic Llordachs “vale la pena” que los pacientes participen más en todos sus procesos

Lo que desde DSLegal se vino a corroborar es que el Consentimiento Informado se debe convertir en un documento que le permita al paciente saber realmente durante ese período en el que se planifica cualquier tipo de intervención, qué es lo que se le va a realizar, en qué consiste, diferentes alternativas y “por desgracia, también, alguno de los riesgos que pueda tener”, añadió León. “Lo que no se puede hacer es intentar judicializar, buscando una artimaña en la que ese Consentimiento Informado no esté, a lo mejor, actualizado, o no esté perfectamente informado, etc”, insistió León.

“La posibilidad de poder llevarlo a casa y leerlo con tiempo se está dando cuando los pacientes participan en ensayos clínicos, pero no siempre con una explicación previa”

La perspectiva del paciente nuevamente salió a la luz con la experiencia personal de Begoña Barragán: “En la última intervención que yo he tenido, en la consulta de preparación, me dijeron: y me firma aquí el Consentimiento Informado, sin explicarme y sin tan siquiera permitirme leerlo. Y, cuando pregunto, ¿bueno, lo puedo leer? Me dicen: bueno, pero es que si no se lo hace tiene un riesgo de muerte”, explicó. “La posibilidad de poder llevarlo a casa y leerlo con tiempo se está dando cuando los pacientes participan en ensayos clínicos, pero no siempre con una explicación previa”, explicó Barragán.

El objetivo es que el paciente pueda pedirle a su médico las explicaciones que precise
León volvió a insistir en el valor de esta herramienta, argumentando que: “Lo que pretende realizar esta herramienta es que, justamente desde el momento en el que se firma el Consentimiento Informado en esa consulta del médico que ha sido explicado, el paciente tenga la oportunidad de decirle al médico: quiero que me lo explique. La función es, ni más ni menos, que tener la garantía de que se dio esa información, que esa información fue firmada por escrito y que, además, el paciente tuvo el tiempo suficiente como para poder tomar una decisión a la hora de realizar ese tipo de tratamiento”, expuso.

El Consentimiento Informado es uno de los documentos fundamentales de la historia clínica
Durante el debate también se explicó que el Consentimiento Informado es uno de los documentos fundamentales de la historia clínica del paciente y por eso éste tiene derecho a su copia. “Evidentemente nuestra herramienta lo que permite es tener las dos vías: la digital y la analógica. Aquí lo que se pretende es facilitar la vida del paciente”, explicó León.

El Consentimiento Informado es uno de los documentos fundamentales de la historia clínica del paciente

La custodia de estos datos fue también un tema abordado durante el coloquio y se argumentó que, como parte de la historia clínica del paciente, los datos están en un sistema que se integra dentro de esta, digital, y la propia clínica tiene la guarda y custodia de esa documentación. “Lo único que hay son los datos encriptados, que no generan ningún tipo de información que, para el caso de que alguien decidiera impugnar ese documento diciendo que no es suyo, permitiría posteriormente realizar una prueba pericial para demostrar cuándo fue firmado aquel documento que está integrado en la base de la historia clínica de cada uno de los hospitales, clínicas o centros”, explicó Carlos León.

La personalización de los consentimientos informados, un reto de futuro
Otra de las cuestiones por las que preguntó el Dr. Llordachs durante el debate fue sobre la personalización de los consentimientos informados, una interesante pregunta. Por el momento, estamos ante una protocolización que intenta que las consultas sean más ágiles, permitiendo que todo gire en torno a la enfermedad del paciente. No obstante, se está trabajando en la línea de la personalización: “Estamos trabajando y se está desarrollado y aplicando en muchos sitios, no solamente es tener unos estándares comunes a cualquier tipo de tratamiento, sino la posibilidad de personalizarlo al paciente, en la medida que no solamente va a venir su nombre, su edad y sus antecedentes, sino que también tiene un apartado propio de riesgos personalizados”, argumentó León. “Además, va a permitir que también el paciente entienda la letra que se pone porque, muchas veces decimos: es que la letra del médico no se entiende muy bien”, matizó.

“Al final, lo que se trata es que la persona que se va a someter a una intervención, que va a recibir un tratamiento agresivo, comprenda perfectamente los riesgos que puede tener”

¿Cuál es el futuro del Consentimiento Informado?
Como conclusión, aportados ambos puntos de vista, del profesional sanitario y del paciente, el objetivo es seguir trabajando en la mejora de esta herramienta y trabajar por y para el paciente. “No hay papel que pueda sustituir la relación verbal y la comunicación que podamos tener con nuestros profesionales sanitarios. Y el día que lo haya, tendremos un problema”, añadió Barragán. “Al final, lo que se trata es que la persona que se va a someter a una intervención, que va a recibir un tratamiento agresivo, comprenda perfectamente los riesgos que puede tener. Que ese profesional sanitario se asegure de que yo tengo esa información, que la comprendo y que actúo en consecuencia, que soy capaz de tomar esa decisión. Y, si yo no soy capaz, que haya un familiar que es capaz de hacerlo por mí”, sentenció Barragán. “La petición que tenemos es que en cualquier sitio en el que se hable de pacientes, estemos presentes”.

“Los pacientes casa vez quieren meterse más y yo creo que vale la pena y nos vale la pena a todos”, respaldó el Dr. Llordachs.

La sanidad pública: próximo destino del Consentimiento Informado digital
En la actualidad, el Consentimiento Informado Digital es un trabajo que se está llevando a cabo en la sanidad privada. No obstante, como argumentan los expertos y reclaman los pacientes, el objetivo evidente es trabajar también con la sanidad pública: “Si conseguimos ese foco de atención y conseguimos también que la administración pública pueda establecer este tipo de concursos, queremos participar en las dos sanidades, porque al final el derecho a la información es en ambas”, añadió.
..Texto y vídeo: Redacción

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