El control de las dislipemias evalúa mejor el riesgo cardiovascular que la medición del colesterol

El uso de partículas de lipoproteínas para identificar o controlar la evolución de la enfermedad lipídica evalúa mejor el riesgo cardiovascular (RCV) que la medición de los niveles de colesterol LDL. De hecho, el 50% de las personas con enfermedad cardiovascular presenta cifras de colesterol LDL saludables, según los últimos datos disponibles del estudio IBERICAN (Estudio sobre Identificación de la Población Española de Riesgo Cardiovascular y Renal), presentados durante la celebración del último congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), y que evidencian la alta prevalencia y escaso control terapéutico de la dislipemia.

Dr. Vicente Pallarés: “La mitad de los adultos atendidos en Atención Primaria tiene dislipemia y, de ellos, solamente uno de cada tres está bien controlado”

La mitad de los adultos atendidos en Atención Primaria tiene dislipemia y, de ellos, solamente uno de cada tres está bien controlado”, según afirma el Dr. Vicente Pallarés, médico de Familia de la Unidad Vigilancia de la Salud de Castellón, e investigador del estudio IBERICAN, “por lo que es necesario un cambio de paradigma, a la vista de que el control de las dislipemias evalúa mejor el riesgo cardiovascular que la medición del colesterol”.

Nueva herramienta de diagnóstico
En este sentido, el Dr. Pallarés ha incidido en la importancia de disponer de nuevas herramientas de diagnóstico, entre las que ha destacado la aparición del test Liposcale, “que permite la estratificación del riesgo y la toma de decisiones en aquellos pacientes en los que no habríamos intervenido si solo conociéramos el perfil lipídico tradicional. Incluso, más allá, habría un importante grupo de pacientes en los que estamos prescribiendo un tratamiento que deberíamos modificar por falta o por exceso”.

El uso de partículas de lipoproteínas para identificar o controlar la evolución de la enfermedad lipídica evalúa mejor de riesgo cardiovascular que la medición de los niveles de colesterol LDL

Liposcale es un test avanzado de lipoproteínas basado en espectroscopia de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) 2D, capaz de determinar la composición lipídica, el tamaño y el número de partículas para las principales clases de lipoproteínas (VLDL, LDL y HDL); así como el número de partículas de las subclases grandes, medianas y pequeñas de las clases principales. Lisposcale mide directamente el tamaño físico de las partículas con un método no destructivo de la muestra, y todos los valores y medidas tienen alta reproducibilidad.

Para el Dr. Pallarés, ante distintos perfiles de pacientes, y gracias a los datos obtenidos con el test Liposcale, el tratamiento difiere del que se hubiera realizado con un abordaje tradicional. Además del perfil lipídico, el test facilita el número y el tamaño de las principales partículas de lipoproteína (VLDL, LDL y HDL), categorizando nueve tamaños: grandes, medianas y pequeñas para cada tipo principal. Asimismo, se añade la silueta lipídica para ayudar a visualizar mejor los parámetros y se indican con colores amarillo, verde o rojo los distintos estados para facilitar su interpretación. La silueta es una representación gráfica del conjunto de variables lipídicas que integra los parámetros de riesgo específico del paciente para una mejor evaluación y clasificación de la enfermedad.

Esta tecnología ha sido desarrollada por Biosfer Teslab, en alianza con Laboratorios Rubió desde 2014, y formará parte de la práctica clínica en 2018. El Dr. Pallarés está convencido de que su incorporación a la sanidad pública será una realidad en un futuro cercano. “Va a crecer la demanda desde las Unidades de Lípidos por la necesidad que tienen de manejar esta información. Una información que deja a la a electroforesis, que es la técnica utilizada, en desuso”.

“Cuanto más nos adelantemos al desarrollo de la placa de arterosclerosis”

Respecto a las posibilidades futuras de esta tecnología, en opinión del Dr. Pallarés, debería ser de cribado poblacional, prevención primaria y secundaria. “Cuanto más nos adelantemos al desarrollo de la placa de arterosclerosis, mejor. Pero, teniendo en cuenta que estamos en un sistema con recursos limitados, será desde las Unidades de Lípidos desde donde se explote primero su utilidad y posteriormente llegará a Atención Primaria. Disponer de un test de estas características haría que cambiemos por falta o por exceso muchos tratamientos”, concluye el experto. Cualquier persona puede solicitar el test a través de la web www.testdeliproteinas.com.

egún datos aportados por el Dr. Pallarés, un 77% de los pacientes hospitalizados por síndrome coronario agudo presenta niveles normales de colesterol LDL en su historial (por debajo de 100 mg/dl). “En muchos casos si hubiéramos visto dos días antes a esos pacientes no habríamos intervenido”, subraya el Dr. Pallarés.

Actualmente, las guías clínicas ya diferencian entre tamaño y concentración. De ellas, se desprende que en los individuos con niveles de LDL-C y LDL-P discordantes, el riesgo aterosclerótico está mejor correlacionado por LDL-P. El LDL-P debe ser considerado como un objetivo primario de tratamiento debido a su mayor asociación con el riesgo CV. Asimismo, la utilización de LDL-P tanto de forma aislada como en combinación con las determinaciones de LDL-C deriva en menores costes generales y menos eventos cardiovasculares.

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