La dermatitis atópica se caracteriza por tener un fuerte picor, invalidante, unas anomalías y lesiones en su piel que se están extendiendo con mayor facilidad por todo el país, según confirma África Luca de Tena, miembro de la recién creada Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA) que ofrece los siguientes datos:
- El 15% de la población española la padece de forma severa y, afortunadamente, solo un 0,08 la sufre con carácter grave.
- La prevalencia de la dermatitis atópica varía dependiendo de la zona geográfica en la que vive el paciente , teniendo mayor arraigo cuanto más al norte lo haga y más alto sea el nivel de desarrollo industrial de la zona que la rodea.
- En España, entre el 5 y el 10 por ciento de los niños pueden tener en algún momento de su infancia este padecimiento.
Causas
De momento, los dermatólogos aún no han encontrado cuál es la causa concreta de su origen. No obstante, sí se conoce que existen una serie de factores que pueden influir en su aparición:
- Genética. Las últimas investigaciones han demostrado que existe una relación entre el asma, la dermatitis atópica y la fiebre del heno. Si cualquiera de los padres tienen alguna de estas patologías, las probabilidades de que su hijo la padezca aumentan
- Edad de la madre. Cuanto mayor sea la madre en el momento de dar a luz, el riesgo de desarrollarla aumenta. Además, las mujeres tienen más posibilidades de adquirirla que los hombres.
- Los ambientes fríos ylas ciudades más contaminadas incrementan las opciones de que pueda padecerse. Existen, además, otros factores que también pueden influir como desencadenantes; como las alergias alimentarias al polvo, el uso de tejidos como la lana o el nylon, fumar tabaco, el estrés, el insomnio o el sudor, entre otros.
Síntomas
En algunos casos la dermatitis atópica aparece en los primeros meses de vida. Los bebés pueden desarrollar lesiones rojas, exudativas y costrosas en la cara, el cuero cabelludo, en la zona de los pañales, en las manos, los brazos, los pies o las piernas. Síntomas que, habitualmente, pueden desaparece hacia los 3 o 4 años de edad, a pesar de que con frecuencia vuelvan a manifestarse.
Estas lesiones se suelen distribuir de manera más frecuente y característica: invadiendo cara, cuello y la parte superior del tronco (“capucha de mono”), atacando igualmente a los pliegues de los codos y las rodillas.
En los lactantes, la erupción se suele iniciar en las mejillas, siendo con frecuencia vesicular y exudativa. Mientras que en los niños suele ser seca, correosa y liquenificada, en los adultos es más normal que sus lesiones tengan una presencia seca, correosa, hiper o hipopigmentada, con una presencia y aspecto dotado de una distribución muy típica.
Por razones desconocidas, las personas con dermatitis atópica de curso prolongado, suelen desarrollar en algunas ocasiones cataratas entre los 20 y los 30 años.
En los que padecen dermatitis atópica, el herpes simple, que normalmente afecta a una pequeña zona y es leve, puede producir una grave enfermedad con eccema y mucha fiebre (eccema herpético).
Prevención
Dado que no se conocen las causas específicas que provocan su aparición, hasta ahora los especialistas tampoco han establecido las acciones que puede llevar el paciente a prevenirla.
A pesar de ello, existen factores modificables que, según los casos pueden ayudar, como dejar de fumar, cuidar el tipo de ropa que se utiliza para vestir o intentar vivir en zonas no contaminadas y cálidas. Pueden, en principio, aliviarlas.
Tipos
Según la citada (AADA) Asociación Española de Pediatría, la dermatitis atópica se puede dividir y clasificar preferentemente, en tres tipos:
Atópica del lactante. Suele empezar sobre los cinco meses de vida(aunque en algunos casos se puede manifestar antes). Los bebés pueden tener lesiones de eccema seborreico que, poco a poco, pueden evolucionar hasta convertirse en una dermatitis o eccema atópico. Suele ubicarse en la cara, excepto en el área que rodea los ojos, la boca y la nariz. También puede aparecer en las orejas, el dorso de las manos o el cuero cabelludo. El prurito permanece de forma constante.
Dermatitis infantil. Suele comenzar alrededor de los dos años y perdurar, dependiendo del niño, hasta los 7o hasta el comienzo de la pubertad. Las lesiones son frecuentes en los codos y las rodillas, aunque también pueden manifestarse en otras zonas del cuerpo.
Dermatitis del adulto. Cuando el paciente ha pasado la pubertad, las lesiones típicas que aparecen son placas de liquen simple crónico, que suelen tienen un grosor de la piel mayor y es frecuente que sobre ellas aparezcan excoriaciones. Las zonas habituales donde se manifiestan con mayor frecuencia son la nuca, los pies, el dorso de las manos, la zona de extensión de las piernas y de flexión de las muñecas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la dermatitis atópica se basa en la clínica. Para establecerlo, los especialistas suelen tener en cuenta la presencia de dos o más de los siguientes factores:
- Reactividad inmediata a las pruebas cutáneas.
- Dermografismo blanco o blanqueamiento tardío a agentes colinérgicos.
- Cataratas subcapsulares anterior o posterior.
Además, pueden tener en cuenta cuatro o más de las siguientes características:
- Palmas con xerosis, histiosis o hiperlineales.
- Pitiriasis alba.
- Queratosis pilaris.
- Oscurecimiento infraorbitario/palidez facial.
- Pliegues infraorbitarios de Dennie-Morgan.
- Aumento de la IgE sérica.
- Tendencia a dermatitis inespecífica de las manos.
- Propensión a infecciones cutáneas repetidas.
Tratamientos
De momento, según los especialistas, no existe cura para esta dolencia. El tratamiento está dirigido, de momento, a reducir la agresividad de las erupciones, aliviar al paciente y mejorar su calidad de vida.
Hoy, la base de la terapia tópica son los corticoides, que, si se utilizan bien pueden llegar a controlar adecuadamente la enfermedad en la mayoría de los casos.
Su elección dependerá del tipo de lesión y de la zona donde haya aparecido, por lo que es fundamental que el paciente consulte con su dermatólogo lo antes posible para que le asesore sobre el tratamiento que se adapta mejor a sus características individuales.
Además, en algunos casos los expertos pueden aconsejar una terapia sistémica que se basa en antihistamínicos orales, que tienen propiedades sedantes y junto con el tratamiento tópico puede ser de gran utilidad, especialmente si hay sobreinfección.
Otras indicaciones
Antes de iniciar el tratamiento el paciente debe saber que la dermatitis atópica no es una alergia y que no se va a resolver por eliminar determinados alimentos de su dieta.
Es fundamental que el paciente evite todas las circunstancias que provocan prurito, como el contacto con la lana o la sequedad ambiental.
Respecto a la higiene, los pacientes deben tener una buena higiene, aunque el exceso de agua y jabón es perjudicial. Ante esto, los expertos recomiendan las duchas frente a los baños, no utilizar agua especialmente caliente y con un gel de ph ácido. Trás la ducha puede aplicar una crema emoliente en todo el cuerpo.
¿Donde suelen prevalecer preferentemente este tipo de enfermedades? Fundamentalmente suelen hacerlo con mayor propensión en los más desarrollados y en otros con características más especiales como Canadá, EE.UU y en Sudamérica.
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