Desde el año 2007 el Ministerio de Sanidad no ha hecho ninguna campaña preventiva contra el tabaco, a pesar de que es la causa de que se produzcan 50.000 muertes al año y represente el 6% del gasto sanitario.
Regina Dalmau, presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, puso de manifiesto que tan sólo Canarias y Cataluña financian los fármacos para dejar de fumar. Se espera que, no muy tarde, otros gobiernos regionales se unan a esta iniciativa; de momento Navarra, Madrid y la Comunidad Valenciana han declarado su intención de implementar estas medidas.
El establecimiento del Día Mundial contra el Tabaco, es una clara muestra de que hay poco que celebrar. A pesar de que las cifras de fumadores han bajado en los últimos años, un tercio de adultos siguen consumiendo tabaco a diario. No obstante, lo más alarmante de todo, son los 90.000 jóvenes que cada año empiezan a fumar antes de alcanzar la mayoría de edad
¿Qué medidas propone el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo para que esta lucha funcione?
Dalmau opina que además de la subida de impuestos también se puede actuar prohibiendo fumar en establecimientos deportivos, casas donde habitan niños, y en las terrazas.
El empaquetado genérico eliminaría la promoción de las tabacaleras
Además sugiere implantar el empaquetado genérico o neutro, una medida que ya se ha adoptado en Reino Unido, Francia e Irlanda, pero en España, ni siquiera se ha debatido. Adoptar tal medida supondría eliminar por completo la promoción de las tabacaleras.
Sobre “cigarrillo electrónico”, afirma que no está comprobada su utilidad para dejar de fumar ya que los estudios que hasta ahora se han realizado “no son concluyentes“. Además, fracasa a la hora de “desnormalizar la imagen de quienes fuman en público”, indicó Ana Fernández, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer. Esto último supone que no ayuda a reducir el consumo de tabaco
Casi 6 millones de personas mueren cada año por enfermedades asociadas al tabaco, datos que incluyen a 600.000 no fumadores expuestos al tabaquismo pasivo
La lucha contra el tabaco a escala mundial
Los datos globales son más de mil millones de personas en el mundo entero consumen productos derivados del tabaco: los únicos bienes de consumo que, si se usan tal como se indica, provocarán la muerte de la mitad de sus consumidores. Casi 6 millones de personas mueren cada año por enfermedades asociadas al tabaco, datos que incluyen a 600.000 no fumadores expuestos al tabaquismo pasivo, incluyendo mayores y niños.
En 2003, la Organización Mundial de la Salud aprobó el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), considerado como el primer y único tratado mundial de salud pública. Este Comité insta a los países signatarios –muchos de los cuales son de bajos y medianos ingresos– a respetar un conjunto de normas mínimas para el control del tabaquismo, normativas que suponen un gran impulso para los esfuerzos mundiales en esta materia. Las medidas propuestas en las disposiciones del CMCT han demostrado ser rentables y eficaces para reducir el consumo de tabaco en los países ricos, pudiendo representar también un significativo avance en el control en países de bajos y medianos ingresos como los integrados en gran parte de las siguientes zonas geográficas:
África
La epidemia de tabaquismo en África se encuentra en una etapa relativamente incipiente, por lo que ahora podría ser el mejor momento para invertir en campañas e investigaciones que respalden las políticas para prevenir una epidemia a gran escala. Con el aumento de los ingresos de la creciente población africana, el consumo de tabaco podría duplicarse en los próximos años a menos que se adopten estrictas normas para su control.
China
Es el principal productor y consumidor mundial de tabaco. Se calcula que el 27% de la población –más de 350 millones de personas– son fumadores. La consolidación del control del tabaquismo en China repercutirá positivamente en la salud de la población y en el número de vidas salvadas.
Asia sudoriental
En esta extensa zona geográfica es donde, actualmente, se está produciendo el mayor índice de consumo de tabaco. Es relativamente alto y su reglamentación, a todas luces, resulta totalmente insuficiente, por lo que puede afirmarse que muy pronto, comenzará a tener una incidencia muy negativa en la salud general de la población, especialmente en las zonas de mayor y más rápido crecimiento económico.
Construcción de una base empírica
Al no contar con información precisa sobre la dimensión y la naturaleza de los desafíos y logros de la lucha antitabalaquera, los gobiernos de países con ingresos bajos y medianos tienen una limitada capacidad para redactar o implementar políticas eficaces. Los promotores del control del tabaco requieren datos locales para defender sus argumentos ante los gobiernos y para contrarrestar la poderosa influencia de la desinformación que divulga la industria tabaquera. Apoyamos los esfuerzos de investigación a escala local y mundial que ayudan a construir esta esencial base empírica, que parte de nuevos análisis económicos actualizados sobre políticas fiscales y el impacto económico de la tributación, datos sobre el consumo de tabaco entre jóvenes y adultos, el seguimiento global de la industria tabaquera e investigaciones sobre el contrabando de cigarrillos.
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