La Medicina Intensiva es la actividad clínica que se ocupa de los pacientes con alteraciones fisiopatológicas que han alcanzado tal nivel de severidad que representan una amenaza para su vida pero que, a su vez, son susceptibles de recuperación.
Esta es la visión que aporta el Dr. Carlo Robles, responsable de la Sección de Intensiva del Hospital Reina Sofía de Córdoba quien, además, la califica con la especialidad más bonita y personal de toda la Medicina, si bien supone todo un reto al trabajar en el límite entre la vida y la muerte del paciente. Según él, se trata de: “una disciplina que está centrada en la unidad de cuidados intensivos del hospital, con su principal campo de acción en un paciente con una enfermedad crítica”.
Sin duda, esta especialidad posee unas connotaciones que afectan al facultativo y a las personas que están a su servicio de una manera especial, sobre todo en lo que respecta a la toma de contacto con el paciente y sus familiares y a las cualidades emocionales que se requieren para tratar con él y con sus difíciles situaciones.
Patología grave pero susceptible de recuperación
Patología grave que amenaza la vida del paciente pero que es susceptible de recuperación. Son las dos principales características que cumple esta parte de la Medicina, que se desempeña en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), Unidades de Medicina Intensiva (UMI) o Unidades de Vigilancia Intensiva (UVI). Estos son Servicios Centrales polivalentes que funcionan en estrecha conexión con el resto de servicios hospitalarios y con el Área de Salud.
Camino hacia la unificación de criterios formativos
El objetivo en este campo de acción es caminar hacia la unificación formativa a nivel europeo. En 1999, 29 países europeos firmaron la Declaración de Bolonia, que define unas líneas de actuación encaminadas a la innovación y la coherencia en los sistemas de formación en este ámbito. En una reunión posterior, en 2005 en Bergen, se adhirieron otros países y así lo han continuado haciendo, dando lugar al nacimiento de la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Intensiva que, junto a la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC), tendrán en cuenta las directrices para su diseño formativo.
Este trabajo potenciará la movilidad en el mercado de trabajo europeo de estos profesionales y favorecerá la polivalencia, al poder ser útil para diversos tipos de profesionales que se relacionan con los enfermos críticos en diversos escenarios. No obstante, la SEMICYUC y la Comisión Nacional de la Especialidad de Medicina Intensiva tendrán que seguir trabajando sobre las líneas maestras acordadas en la Declaración de Bolonia, y se cambiará el concepto de formación por años o meses en la residencia, y el de las clases magistrales en los posgrados por el concepto de crédito europeo (CE).
El concepto Crédito Europeo (CE) gira en torno a la persona en formación
El concepto Crédito Europeo (CE) se basa en el cálculo de las horas que un médico en formación requiere para asimilar el aprendizaje sobre el que trabaja, y se define por objetivos a alcanzar y evaluar. Incluye horas de estudio, de prácticas y de trabajos de campo, y gira en torno a la persona en formación.
La Comisión Nacional de la Especialidad y la SEMICYUC tendrán que trabajar también en el suplemento al título, donde se describen los conocimientos, habilidades y actitudes alcanzadas y evaluadas junto con el número de CE que se ha requerido. Estamos ante un mecanismo de transparencia que recomienda la Unión Europea con el objetivo de permitir la comparación de estudios en sus diversos Estados, a la par que potenciar la movilidad profesional y favorecer la contratación. El fin último será conseguir unos Servicios Centrales de carácter polivalente, tendiendo hacia unas instalaciones que puedan disponer de unas características de diseño, equipamiento y personal cualificado muy peculiares. Así, la Medicina Intensiva tendrá aplicación tanto en el ámbito extrahospitalario como en el lugar donde se precisen sus prestaciones.
Agenda del día
La agenda del día de un facultativo de Medicina Intensiva engloba varios aspectos como son la hospitalización, información a familiares y pase de visita general, en primera instancia. También incluye el transporte intrahospitalario del enfermo crítico y la atención a paradas cardiorrespiratorias en las unidades de hospitalización de otros servicios.
Estudio del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Insular de Gan Canaria
Un grupo de profesionales del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria llevó a cabo un estudio prospectivo- descriptivo de 3 meses, para evaluar las actitudes y percepciones de los médicos de un hospital sobre la labor asistencial del Servicio de Medicina Intensiva en esta especialidad de su Centro Hospitalario.
A través de una encuesta anónima a médicos no intensivistas, adjuntos y residentes del hospital (un total de 116 médicos), se recogieron datos demográficos de los entrevistados y se les preguntó por su relacional laboral o personal con la Unidad de Cuidados Intensivos, así como su opinión sobre el funcionamiento de esta especialidad.
Menos de la tercera parte creía que la UCI era solo una sala para enfermos potencialmente críticos; un alto porcentaje de los médicos a quienes se les había denegado algún ingreso no estaba conforme con los argumentos que recibió; un 40% afirmó no haber solicitado una cama en la UCI cuando le hubiera venido bien hacerlo, ante el temor a que se la denegaran; y algunos de ellos piensan que los profesionales que trabajan en la UCI son médicos de distintas especialidades, si bien se perciben con un alto interés entre el resto de profesionales.
En general, se detectó un amplio desconocimiento de la función de un Servicio de Medicina Intensiva y del modelo de UCI en España, a la par que salió a reducir una elevada tasa de insatisfacción de los profesionales a quienes se les denegó algún ingreso en la unidad. Es preciso, por lo tanto, elaborar guías clínicas sobre los criterios de ingreso y difundir su conocimiento entre los médicos del hospital. Otro factor que salió a relucir es el alto nivel de estrés de los profesionales que desempeñan este trabajo.
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