Los cateterismos vesicales tras operar una fístula después del parto no deben durar más de 10 días, según la OMS

Los cateterismos vesicales tras operar una fístula obstétrica después del parto no deben durar más de siete a 10 días para permitir una completa recuperación, y es que así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, critica, que actualmente este proceso puede alargarse hasta durante más de un mes.

La OMS ha publicado una nueva recomendación sobre estas intervenciones que, alerta que si no se llevan a cabo correctamente, para la mujer les puede causar problemas,  sus familiares y los profesionales sanitarios, y es que cuanto más se alargan más riesgo de infección u otras complicaciones se presentan.

Las fístulas obstétricas son lesiones que, provocadas durante el parto por una abertura anormal entre el tracto genital y urinario de la mujer, les impide controlar sus funciones rectales o urinarias.

Las fístulas obstétricas principalmente se producen en el África subsahariana (1,6 casos por cada 1000 mujeres) y en el sur de Asia (1,2 por cada 1000 mujeres)

Principalmente, este problema que, se produce en el África subsahariana (1,6 casos por cada mil mujeres) y en el sur de Asia (1,2 casos por cada 1000 mujeres), la mayoría pueden curarse con cirugía, tras la que resulta necesario colocar un catéter para que la cicatríz vaya curándos adecuadamente.

Sin embargo, la OMS lamenta que el periodo que duraba este cateterismo variaba considerablemente, y es que podía oscilar entre los cinco y 42 días según el cirujano encargado de realizar la intervención. Por ello, y como parte del trabajo que este organismo de las Naciones Unidas realiza para apoyar prácticas sanitarias basadas en evidencia, su Departamento de Salud Reproductiva e Investigación ha elaborado una nueva guía que define el tiempo requerido para que este cateterismo sea eficaz.

Sobre todo, según defiende la OMS, porque un periodo más corto ofrece una mayor comodidad del paciente y un riesgo potencialmente menor de infecciones del tracto urinario relacionadas con el catéter, lo que también se asocia con menos cuidados de enfermería y por ende, con ingresos hospitalarios más cortos. Además, recuerdan que es una intervención que puede ser implementada por cualquier cirujano debidamente capacitado y tiene implicaciones directas en los resultados en salud y el gasto sanitario de los países de medios y bajos ingresos.

El objetivo de la ONU de acabar con las fístulas obstétricas en 2020 es inviable

Pese al esfuerzo que la OMS está realizando para paliar este problema, en recientes declaraciones a El País, Fekade Ayenachew, director médico del hospital Hamlin en Etiopía, reconocía que el objetivo de la ONU de acabar con las fístulas para 2020 es inviable. “Podemos darnos por satisfechos si en 2020 el mundo presta atención a este tema”, y es que “las fístulas obstétricas no figuran en ningún orden del día. Las estadísticas indican que el 10% de las mujeres no podrán dar a luz por vía vaginal y que necesitarán ayuda”. El doctor alentaba que “si queremos acabar con ellas tenemos que implantar una atención prenatal integral; necesitamos comadronas y maternidades con médicos competentes, y tenemos que dejar de estigmatizar a las mujeres afectadas”.
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