“La lucha contra la malaria es una carrera continua entre los investigadores que desarrollan medicinas y el parásito generando mecanismos para inactivar la acción de las mismas”, afirma Javier Gamo, director de la Unidad de Malaria de GSK en España, que participa en la investigación sobre ésta coordinada por la Universidad de California en San Diego (UCSD), recientemente publicada en la revista Science. ¿Dónde está la clave? Sin duda, en comprender cómo consigue Plasmodium falciparum, que se transmite a los humanos a través de los mosquitos anopheles, fortalecerse hasta hacerse invencible. Y es que el parásito es capaz de evadir los efectos curativos de los tratamientos a base de reinvenciones de sí mismo modificando su propio genoma. Esta es la tesis que acaba de confirmar un consorcio internacional de investigadores que incluye un grupo de españoles. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, recomienda un seguimiento continuo ante un problema recurrente como este.
400.000 muertes al año, el 90% en África subsahariana
La malaria es responsable de más de 400.000 muertes al año a nivel mundial, el 90% de ellas en África subsahariana. Durante 2016, la OMS reportó hasta 216 millones de personas con paludismo y la muerte de 445.000 de ellas.
La mejora que se había producido durante los últimos años se ha perdido y la situación actual es de un aumento con respecto a las cifras de 2015 (con 212 millones de afectados y 429.000 fallecimientos), según explica Gamo. De hecho, si desde hace cinco años se notificaron casos esporádicos de fallos terapéuticos por resistencia a las combinaciones de fármacos antimaláricos (que incluyen artemisinina), hoy se dan con más frecuencia, según el experto.
Una terapia centrada en combinaciones de varias medicinas
Plasmodium falciparum ha “vencido” a generaciones de fármacos como la cloroquina y la sulfadoxina-pirimetamina. De ahí que se eviten, en la medida de lo posible, las monoterapias, y se opte por combinaciones de varias medicinas para que sean capaces de actuar en diferentes ámbitos y vías metabólicas, “con diferentes modos de acción, para hacer más difícil que el parásito se haga resistente”, afirma Luis Izquierdo, investigador de malaria en ISGlobal.
¿Cómo desarrolla la resistencia a diferentes fármacos?
Precisamente para comprender cómo el parásito desarrolla la resistencia a los diferentes fármacos, Annie Cowel y su equipo de la Universidad de California en San Diego (UCSD), junto a otras instituciones como la unidad de malaria de GSK en Tres Cantos (Madrid), han analizado el genoma de 262 parásitos Plasmodium falciparum resistentes a 37 compuestos distintos antipalúdicos. Tras exponerse a varios medicamentos en 83 genes clave asociados con la resistencia, los investigadores han hallado cientos de mutaciones genéticas. Así, han logrado incrementar el nivel de conocimiento de la biología del parásito y sus mecanismos de resistencia y, a la par, han descubierto nuevos genes que pueden utilizarse en la investigación de nuevas medicinas.
En la investigación han intervenido instituciones de prestigio como de la Jolla, Novartis, Harvard, GSK, etc.), además de expertos con reconocimiento, bajo la financiación de la Fundación Bill y Melinda Gates. Estamos ante una puerta abierta a nuevas formas de atacar cepas farmacorresistentes del parásito.
..Flor Cid