..Flor Cid.
La esclerosis múltiple (EM) es la enfermedad neurológica más frecuente entre los adultos jóvenes, detrás de la epilepsia, y la causa más frecuente de parálisis en los países occidentales. El capítulo dedicado a esta patología dentro del informe sobre El Valor del medicamento desde una perspectiva social, presentado por Farmaindustria, aporta todo un conjunto de argumentos y datos en torno a la enfermedad que resultan de gran utilidad para su conocimiento y abordaje. Se trata de una afección degenerativa, crónica e inflamatoria del sistema nervioso central, cuya sintomatología más común es la inflamación, el dolor, los problemas de visión y de movilidad, la fatiga y la disfunción cognitiva. Afecta a más de 2,3 millones de personas en el mundo y a cerca de 47.000 en España, con un diagnóstico de 2.300 nuevos casos anuales.
Se trata de una enfermedad degenerativa, crónica a inflamatoria del sistema nervioso central, cuya sintomatología más común es la inflamación, el dolor, los problemas de visión y de movilidad, la fatiga y la disfunción cognitiva
La innovación farmacéutica ha afectado de lleno a la investigación y tratamiento de la esclerosis múltiple
Desde la perspectiva de la innovación farmacéutica, pese a no existir cura para esta enfermedad, los avances en la materia han sido notables en los últimos años, especialmente a través de la incorporación al mercado de nuevos tipos de tratamientos y gracias a la apertura de novedosas líneas de investigación.
Los esteroides son el principal tratamiento en los episodios agudos de la enfermedad, principalmente para acortar la duración del brote y reducir la intensidad de los síntomas. Desde mitad de la década de los 90 se aprobaron los primeros fármacos para modificar el curso de la enfermedad. Hoy hay más de 10 medicamentos aprobados para su uso, entre los que se encuentran inmunomoduladores como los interferones beta-1a y beta-1b, el acetato de glatiramero y el natalizumab; inmunosupresores como la mitoxantrona y la azatioprina; y agentes orales como fingolimod, teriflunomida, dimetilfumarato, laquinimod y fampridina.
Los esteroides son el principal tratamiento en los episodios agudos de la enfermedad, principalmente para acortar la duración del brote y reducir la intensidad de los síntomas
En lo que respecta a estudios clínicos, el principal que se ha llevado a cabo con pacientes con esclerosis múltiple recurrente activa tratados con acetato de glatiramero estima que el tratamiento redujo el número de brotes en un 29%. El uso de natalizumab durante dos años redujo en un 68% la tasa anual de recidivas clínicas; en un 42% el riesgo de progresión de la discapacidad; y en un 83% la acumulación de lesiones inflamatorias.
En lo que respecta a modificadores orales, éstos reportan ventajas para el paciente en materia de comodidad y adherencia al tratamiento, a la par que suponen destacados avances en el manejo de la enfermedad. Sin embargo, no hay evidencia sobre sus efectos a largo plazo, si bien los ensayos clínicos han confirmado que logran reducir la frecuencia de los brotes y la reactivación de la patología.
Los modificadores orales reportan ventajas para el paciente en materia de comodidad y adherencia al tratamiento
En la actualidad, como refiere el Informe, hay nuevos fármacos en prueba para el tratamiento de la esclerosis múltiple. Por ejemplo, el tratamiento con anticuerpos monoclonales humanizados como natalizumab, ofatumumab, ocrelizumab, alemtuzumab y daclizumab, que han sido probados en ensayos clínicos en esclerosis múltiple remitente-recidivante, y en formas progresivas de la patología. De hecho, los anticuerpos monoclonales humanizados han incorporado grandes cambios en su tratamiento y, pese a haber demostrado eficacia, también poseen unos altos riesgos asociados.
En la actualidad, hay nuevos fármacos en prueba para el tratamiento de esta patología. Por ejemplo, el tratamiento con anticuerpos monoclonales humanizados
Por su parte, el año pasado la FDA aprobó el primer fármaco para tratar la esclerosis múltiple progresivamente primaria. Hoy en día hay en desarrollo nuevas estrategias inmunoterapéuticas, tales como el uso de células madre, las vacunas de ADN y las nanopartículas, entre otras terapias.