El mutualismo administrativo favorece el equilibrio entre el sistema sanitario público y el privado

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..Emilio Ramirez.

Ya son ocho las ediciones del informe Sanidad privada, aportando valor, que elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), muestra la realidad de la sanidad privada en nuestro país, que no es otra que su progresión y representatividad que mediante este informe se pone de manifiesto.

Decir que la sanidad privada no colabora con el sistema público sería obviar la evidencia, una evidencia que siempre está “envuelta” por el debate ideológico y político, pero que como recoge el informe, y haciendo mención a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en su ‘Libro Blanco de la Sanidad’, la sanidad privada colabora, y de distintas maneras. “Nuestro país cuenta con una larga tradición en algunas de las fórmulas de colaboración público-privada”, una de esas fórmulas es el mutualismo administrativo.

¿Qué es el mutualismo administrativo?

Como lo define el informe Sanidad privada, aportando valor: Análisis de situación 2018, al hablar del mutualismo administrativo nos referimos a “un mecanismo de cobertura del Régimen Especial de la Seguridad Social de los funcionaros civiles del Estado y está compuesto por tres grandes mutuas: la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE), la Mutualidad General Judicial (MUGEJU) y el Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS)”.

El mutualismo administrativo, como mecanismo de cobertura y modelo de colaboración, “favorece el equilibrio entre el sistema sanitario público y el privado, y es que reduce “la presión asistencial de la demanda de los pacientes en el sistema”, aporta “eficiencia en la prestación de un servicio público” y garantiza “la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud”.

Con el mutualismo administrativo el Estado mantiene las funciones de regulador, garante y financiador de las prestaciones sanitarias

Con este modelo, el Estado, las funciones de regulador, garante y financiador de las prestaciones sanitarias las mantiene, trasladando su implementación al Sistema Nacional de Salud o a entidades de seguro libre. Es aquí cuando los ciudadanos eligen de manera libre y voluntaria si quieren ser atendidos por el Sistema Nacional de Salud, o por el contrario, por una entidad aseguradora con el mismo nivel de prestaciones. Esta última opción la eligen el 84% de los funcionarios, cifra que ensalza el grado de satisfacción de los usuarios.

El mutualismo administrativo aporta eficiencia en la prestación de un servicio público

Respecto a la distribución por mutualidades, MUFACE es la que cuenta con mayor número de beneficiarios (65%), seguida de ISFAS (31%) y MUGEJU (4%); en cuanto a la población cubierta por el régimen de mutualismo administrativo asciende a 1,9 millones.

Desde el punto de vista económico, el mutualismo administrativo aporta eficiencia en la prestación de un servicio público, “ya que el gasto per cápita de la población cubierta es sustancialmente inferior al gasto sanitario público per cápita”.

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